Para la elección judicial, los lugares a donde se irá a votar se recortaron a menos de la mitad de las casillas instaladas el 2024: serán al menos 73,850 centros de votación o máximo 86,000 "casillas seccionales", si se concreta la ampliación presupuestal que solicita el Instituto Nacional Electoral (INE) por 1, 551 millones de pesos.
De prosperar será un total de 7,670 millones de pesos los dedicados a la elección judicial del 1 de junio.
Los consejeros del INE han adelantado que, en el nuevo diseño de la elección judicial, se eliminará el conteo de resultados en cada casilla o centro de votación.
El exsecretario ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina, considera que esa será la "alteración más grave" al modelo aplicado hasta hoy en la realización de los comicios.
“Si hacen eso incrementan las dudas e incertidumbre, pues la característica de nuestras elecciones es que son muy ciudadanas y ese carácter se afectaría".
Edmundo Jacobo Molina, exsecretario ejecutivo del INE.
La "ciudadanización" de las elecciones
Desde hace 33 años, primero el IFE y luego el INE, han aplicado en más de 350 elecciones un modelo electoral costoso, pero son los mismos actores políticos los que lo han incluido así en la ley, debido a la desconfianza en los comicios.
El principal de los candados electorales es la participación de ciudadanos elegidos al azar —y no vinculados con ningún partido o con el gobierno—, a quienes la autoridad electoral visita, convence y capacita para ser funcionarios de casilla, recibir votos y contarlos. Esa es la "ciudadanización" de las elecciones.
Esa medida de control se sintetiza en una imagen: son los vecinos, amigos o familiares de los electores quienes fungen como los funcionarios de las casillas más cercanas a sus casas y, al final de la jornada, son los que cuentan los sufragios y los asientan en actas y en sábanas de papel que colocan afuera de las mesas de votación: 170,000 en la elección de junio del 2024.
¿Qué cambios habrá en la elección judicial?
Los centros de votación para elección judicial del 1 de junio se han reducido a cuando menos la mita, en aras de abaratar costos, pero la decisión se tomó no sólo para ahorrar todo el gasto necesario para habilitar urnas y casillas con mesas, contratación de energía de emergencia, baños y alimentación de funcionarios, sino también para reducir drásticamente el número de Capacitadores Asistentes Electorales (CAES) y Supervisores Electorales a contratar.
Así, en cada centro de votación se concentrarán varias mesas para votar, pero esta vez no habrá urnas diferenciadas por colores para depositar las papeletas según el tipo de cargo a elegir; en su lugar, se piensa tener urnas únicas o multi-urnas para que ahí se depositen, juntos, los votos emitidos a favor de todos los cargos sujetos a elección.
La idea es que todas las multi-urnas sean trasladadas a los Consejos Distritales y ahí sean abiertas para contar los votos. Es decir, de forma inédita, el cómputo de votos se enfila a ser un proceso centralizado en los 300 Consejos Distritales que existen en todo el país.
La diferencia radica en que hasta la pasada elección, luego de que los ciudadanos que son funcionarios de casilla cuentan los votos en ellas, los anotan en actas y en sábanas visibles que colocan afuera de las casillas del país, llevan los paquetes electorales a los Consejos Distritales.
Es ahí donde, el miércoles siguiente a la elección, se realiza el cómputo oficial de votos con base en las actas recibidas y, en caso de dudas, entonces se abren paquetes electorales.
Para la elección judicial se omitiría ese primer cómputo ciudadano de votos. En los Consejos Distritales ese proceso estará a cargo de funcionarios del INE, que es personal especializado y de carrera, y dado que en la elección no participan partidos políticos, tampoco habrá observancia de éstos.