Compra de medicamentos mejora con plan de Sheinbaum, pero persisten dudas

Birmex y la distribución

El proceso de entrega es fundamental para que los medicamentos lleguen a los pacientes en tiempo y forma. Pero fue el talón de Aquiles del Gobierno anterior, que intentó sacar a los distribuidores privados sin tener la capacidad operativa para suplir su ausencia y el sector público registró tardanzas en la distribución de los fármacos.

La paraestatal Laboratorio de Biológicos y Reactivos de México (Birmex) es la encargada de la entrega y, por ahora, el Gobierno de Claudia Sheinbaum la mantiene al frente de esa tarea.

Sin embargo, la industria farmacéutica sostiene que sigue sin la competencia para realizar la distribución por sí sola, por lo que esperan negociar con las autoridades a fin de que permitan la participación de operadores logísticos privados.

Patrick Devlyn, presidente de la Comisión de Salud del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), explica que, ante las limitaciones de Birmex, será necesario permitir la participación de los distribuidores privados.

"Birmex va a tener que considerar las propuestas de la industria, para que se pueda ejecutar esta logística de manera que no entorpezca la entrega de medicamentos en sitio y que se pueda ejecutar de manera eficiente", subraya.

Dudas brotan después del anuncio

En la plataforma Discusión Salud, habilitada para recibir comentarios hasta el 8 de noviembre sobre los requerimientos técnicos de la adquisición, varias de las dudas se relacionan precisamente con la participación de los distribuidores privados.

“Buen día. ¿Dentro de esta compra podremos participar los distribuidores o solo van a tomar en cuenta las propuestas de los laboratorios? Gracias”, se lee en uno de los comentarios.

Y en otro: “Somos distribuidores de material de curación y tenemos interés de participar en licitaciones. Sugiero que se nos dé la oportunidad de participar”.

También hay preguntas sobre la caducidad de los insumos, las cantidades mínimas y máximas de cada producto, cómo será la entrega y las penalizaciones en caso de incumplir las fechas, ya que se propone una sanción de 2.5% por cada día natural de atraso.

Hay dudas, además, de algunos medicamentos solicitados, como un aerosol para el tratamiento de heridas que, según el proveedor interesado, la presentación requerida ya fue descontinuada a nivel mundial.

Rafael Gual, director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), coincide en que todavía hay algunas imprecisiones sobre el proceso, pero confía en que se aclararán en reuniones con las autoridades responsables.

“Hay varios puntos que requieren aclaración o, por lo menos, precisión. Entre ellos, cuáles serán los lugares de entrega, cómo se permitirá la participación de la distribución, si va a ser a cargo de la propia industria”, menciona.

Esto es relevante porque, sin un sistema logístico de entrega eficiente, los medicamentos llegarán con dificultad a los hospitales, que es donde se necesita que estén y no en los almacenes, sostiene el coordinador de salud del CCE.

Transparencia y diálogo

Rafael Gual reconoce que en la nueva compra de medicamentos se apuesta a la transparencia y que las autoridades están abiertas al diálogo con los proveedores. El pasado 3 de noviembre, la Secretaría de la Función Pública (SFP) convocó a dos reuniones con el sector farmacéutico para hablar de la licitación.

Además, expone, la Secretaría de Salud ha tomado en cuenta los comentarios previos que el sector compartió con su titular, David Kershenobich, para lograr un abasto oportuno y que la industria mexicana participe en igualdad de condiciones, con transparencia y certeza jurídica.

“Uno de los signos más importantes de esta nueva administración es, precisamente, permitir el diálogo”, destaca.

Devlyn coincide en que las modificaciones en la adquisición da certeza a la industria farmacéutica y contribuirá a mejorar el abasto de medicamentos en el país.

Tiempos de entrega

La planeación en esta megacompra da tranquilidad, ya que en el pasado se hicieron adquisiciones de manera exprés. Ahora, el gobierno de Sheinbaum va por adquirir 4,934 millones de medicamentos e insumos para la salud en un proceso de licitación que arrancó en octubre.

Según las autoridades, en la primera quincena de octubre hicieron un diagnóstico del abasto actual y definieron la demanda de cada institución de salud. Antes de lanzar la licitación a mediados de este mes, la Secretaría de Salud recibe comentarios y sugerencias. En diciembre deberán adjudicarse los contratos.

Esto da un tiempo razonable para que la industria produzca los medicamentos, dice el director de Canifarma.

“Se requieren cuatro meses para poder tener en tiempo y forma los medicamentos”, indica. "No es lo mismo que hacer la licitación y pedir que lo entreguen el día primero del siguiente mes, o sea, eso es imposible”, señala.

Para el coordinador de salud del CCE, los cuatro meses que dan las autoridades es un periodo apretado, pero que sí permite a los laboratorios conseguir los principios activos y entregar a tiempo.

Gual destaca, además, el trabajo para estimar la demanda de medicamentos por cada institución y afirma que también han ofrecido apoyo a las autoridades en este rubro a partir de su experiencia.

“Es decir, si te están pidiendo tres veces o cinco veces más de lo que requiere el país, tú puedes decirles: ‘Oye, de acuerdo a la experiencia, no se desplaza esa cantidad’. O viceversa, que pida de menos: ‘Oye, esto no te va a alcanzar ni para los primeros tres meses'”, ilustra.

Patrick Devlyn agrega que estimar la demanda de medicamentos es un aspecto fundamental para la planeación de la producción y entrega de los insumos. "Todo esto se necesita para que podamos dimensionar el volumen de medicamentos, la situación de la demanda", indica.

Si se cumplen los tres pilares principales de una compra consolidada, expone, que son planeación, tiempos adecuados de producción y una distribución eficiente, el sistema de salud tendrá de nuevo adquisiciones exitosas. “Si conjuntamos estas tres cosas, tendremos mejores resultados que los que hemos obtenido en los últimos seis años”, apunta.

El reto de esta megacompra de la primera de la presidenta Sheinbaum será alcanzar el nivel de abasto en los hospitales, por encima del 95%, que se registró hasta 2018, cuando el IMSS hacía las licitaciones.