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“Se hizo pedazos todo, no tenemos de dónde”, dicen damnificados por huracán Otis

En su paso por la CDMX para exigir a las autoridades recursos para la reconstrucción de Acapulco, damnificados cuentan el impacto del huracán en sus vidas.
mar 07 noviembre 2023 12:47 PM
Aftermath of Hurricane Otis in Mexico
Damnificados del huracán Otis que devastó el Puerto de Acapulco llegaron hasta la CDMX para exigir ayuda para la reconstrucción.

“¡No traemos armas! ¿Con qué vamos a ofender al presidente? ¡No traemos nada señores!”, dijo entre lágrimas Ángeles Varela, comerciante del Mercado La Diana, al verse rodeada de elementos de Tránsito de la Policía capitalina que este lunes impidieron a la caravana de afectados de Acapulco avanzar hacia el Zócalo.

Vino a la Ciudad de México a manifestarse porque en Acapulco no le queda mucho que perder: se arruinó la ropa y las artesanías que ofrecía a turistas y no ha logrado abrir la cortina de su comercio pues quedó atorada por el colapso de la estructura del mercado sobre su local, mientras la parte que se mantiene en pie quedó endeble.

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Ángeles señala que con los daños a su local perdió la principal fuente de ingresos de su familia, la cual heredó a sus padres hace 34 años para poder mantenerse, ante las dificultades de haber nacido sin la totalidad de su brazo derecho.

“No soy como dicen una oportunista, para nada. Quién quisiera, yo al Gobierno jamás le he pedido nada a pesar de que nací con esta discapacidad”, afirma.

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Ángeles Varela, comerciante del Mercado La Diana, afectada por el paso del huracán Otis en Acapulco.

Además, su casa también fue dañada ante el paso del huracán Otis: se cayeron los techos así como tinacos y un tanque de gas. La comerciante señala que autoridades se niegan a censar la pérdida de su casa y su negocio, pues sostienen que sería un doble registro.

Mientras en Cuernavaca la gente recibió a los acapulqueños con comida y cobijas para pasar la noche, en la Ciudad de México la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) les dio la bienvenida con vallas y grúas.

“Nunca me imaginé que nos fueran a acorralar como marranos”, reclama Ángeles.

Recuerda que hace más de 10 años recibió al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador junto a Marcelo Ebrard en el Centro de Convenciones Acapulco.

“Estuvimos con él (López Obrador) y ahora él no está con nosotros en esta desgracia”.
Ángeles Varela, comerciante del Mercado La Diana.

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Jaime Bulmaro Adame del Valle, originario del Puerto de Acapulco, afirma que decidió unirse a la caravana junto a su esposa en primer lugar porque tenían hambre y en el centro turístico en este momento es difícil conseguir comida.

“¿A qué regresamos a Acapulco? ¿A andar en bola con las personas que están igual con hambre como nosotros, con sed, peleando las despensas?”, cuestiona con tristeza.

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Jaime Bulmaro Adame del Valle, lanchero de Acapulco afectado por el paso del huracán Otis.

A sus más de 70 años, Jaime Bulmaro carga con dos tragedias más: su esposa tiene un quiste no operable en el cerebro y sus medicamentos se perdieron entre el caos provocado por Otis.

Además, su hija desapareció ocho años atrás y espera que encontrándose en la Ciudad de México reciba ayuda para regresarla a casa, pues tras el paso del huracán fue informado que la joven que hora debe tener 21 años se encuentra presuntamente en Tijuana.

“Tenemos dos o tres llamadas que dicen que mi hija está en Tijuana y no puede venirse, pues la abandonaron, pero doy gracias a Dios porque no la mataron”, afirma.

Jaime Bulbaro heredó de su padre la destreza del lanchero y es capitán motorista de la Escuela Náutica Mercante, sin embargo, con el paso de Otis como muchos ha quedado sin trabajo.

“Se quebraron las lanchas, se hizo pedazos todo, no tenemos de dónde y los patrones están igual”, relata.

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A sus 21 años, Gustavo Hernández Maciel pasó de estudiar el último semestre de la licenciatura en la Universidad Autónoma de Guerrero, a marchar en la Ciudad de México para exigir al presidente, la Cámara de Diputados y el Senado recursos para la reconstrucción de su estado.

Recuerda la noche de la llegada de Otis: se encontraba en casa de su abuela cuando el agua comenzó al llenarla y el viento arrancó los techos la lámina, estuvo toda la madrugada sacando con cubetas la lluvia hasta el amanecer, cuando salió hacia la casa de sus padres.

“No cuantifiqué el daño hasta que salí a las 6 de la mañana a buscar a mis padres y vi toda la costera destrozada, parecía zona de guerra: los postes tirados, palapas, perros muertos en la calle, olor a putrefacción.

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Gustavo Hernández Maciel, estudiante de licenciatura afectado por el paso del huracán Otis en Acapulco.

“En la casa de mis padres se perdió todo: se cayeron los techos y las paredes, sólo quedó el piso que era de cemento”.
Gustavo Hernández Maciel, habitante y damnificado de Acapulco.

Junto a su licenciatura en Enseñanza del Idioma Extranjero Inglés que ha quedado en incertidumbre, su hermano de 15 años quien cursaba el bachillerato también ha visto interrumpidos sus estudios.

Gustavo afirma que la ayuda que ha llegado a Acapulco es poca y viene de privados.

“No he visto al día de hoy a mi presidenta municipal o a mi gobernadora apoyando a nuestro pueblo”, afirma.

Se prevé que este martes la caravana de afectados por el huracán Otis continúe sus manifestaciones en la Cámara de Diputados y el Senado.

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