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Entre la violencia y la precariedad, así operan los policías locales en México

De acuerdo con el investigador Fernando Escobar Ayala, de Causa en Común, los policías municipales y estatales son el principal blanco de la violencia, a junio de 2023 suman 213 policías asesinados.
jue 06 julio 2023 11:59 PM
poco presupuesto a policias locales
Las corporaciones municipales y estatales han perdido presupuestos y respaldo desde el gobierno federal.

Al menos 13 policías municipales en Celaya, Guanajuato, fueron asesinados en lo que va de 2023, mientras que apenas la semana pasada, 16 trabajadores y policías de la Secretaría de Seguridad de Chiapas fueron secuestrados y luego liberados; estos dos casos sirven como ejemplo para evidenciar que los policías locales son el principal blanco de la violencia y la precariedad laboral en la que operan las fuerzas policíacas en el país.

De acuerdo con Fernando Escobar Ayala, investigador de la organización Causa en Común, esto es una muestra también de cómo los tres órdenes de gobierno —municipal, estatal y federal—, mantienen a las fuerzas de seguridad local en el olvido y abandono debido a la política de militarización que se ha implementado durante los últimos 15 años.

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En lo que va del año, según los registros de la organización mencionada, al menos 213 policías han sido asesinados en México, siendo Guanajuato "el estado más peligroso para los policías en el país".

Hasta junio de 2023, de los 213 policías asesinados, 106, es decir, el 50.2% fueron policías municipales, 84 fueron policías estatales, 39.8% y 21 policías federales.

En entrevista para Expansión Política, Escobar Ayala explica que los estados con mayor cantidad de policías asesinados en este periodo son Guanajuato (39), Zacatecas (17), Chihuahua (17), Michoacán (13), Colima (13) y Jalisco (12).

Ante esta situación, el investigador subraya que parte del debilitamiento y abandono que han sufrido las fuerzas de la orden civil de seguridad, es que muchas de estas policías locales no cuentan con los insumos suficientes debido a la falta de presupuesto que pueda ser destinado a cosas elementales, como la compra de equipamiento, uniformes, armas, utensilios de incapacidad, aunado a que en muchos casos mantienen jornadas laborales extensas, sin periodos de vacaciones e incluso laboran sin seguridad social.

El investigador apunta, además, que las condiciones en las que laboran las fuerzas policíacas locales se han visto afectadas principalmente por la política de militarización del país que se continúa impulsado durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador y en donde una gran cantidad de recursos han sido destinados principalmente para fortalecer la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina y la Guardia Nacional.

Y es que si bien el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP) para este 2023 es de 8 mil 786 millones de pesos, y por el Subsidio para el Fortalecimiento del Desempeño en Materia de Seguridad Pública a los Municipios y Demarcaciones Territoriales de la Ciudad de México (FORTASEG) es de 1 mil mdp, entre los dos suman una cantidad de recursos “paupérrima” si se le compara con los 112 mil mdp que el gobierno federal destinó a la Sedena, los 67 mil 826 mdp que se destinaron a la Guardia Nacional o los 41.8 mdp que fueron destinados a la Marina.

“Estamos hablando de una bolsa enorme de recursos que hoy en día controla la Secretaría de Defensa Nacional y que directamente impacta en el avance de la militarización, en detrimento de las capacidades de las policías estatales y municipales”, subrayó Escobar Ayala.

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En paralelo a la reducción de sus presupuestos, las policías municipales y estatales han registrado una caída en el nivel de confianza que tiene la ciudadanía sobre ambas instituciones, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2022, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ya que solo el 56.2% tiene confianza en la policía estatal y 52.7 en la policía municipal, mientras que los porcentajes de percepción de corrupción son de 64.6% y 66.8%, respectivamente.

Para Escobar Ayala, la pérdida de confianza también responde al olvido en que se encuentras estas fuerzas de seguridad, en donde el desarrollo policial, de ascenso y carrera policial, es casi nulo, en tanto que también hay un déficit en los regímenes de confianza y de certificación.

“En muchos estados no se llevan a cabo los correctos procedimientos para determinar, digamos, el nivel de compromiso que puedan tener sus policías con los regímenes bajo los cuales deberían trabajar. Si a esto le sumamos también los déficits, por ejemplo, en los regímenes disciplinarios, pues desde luego van a tener policías o agentes policiales, más bien, que ante abusos no van a tener ninguna consecuencia y en la medida en que esas prácticas se mantengan, se institucionalizan", apunta.

“Tenemos instituciones muy viciadas desde adentro. Entonces, pues sí, en buena medida yo creo que el abandono al cual se les ha sometido a los policías en los últimos 15 años, pues es un criterio indiscutible para explicar el nivel de desconfianza que tiene la población sobre sus policías”, indica.

El investigador de Causa en Común subraya que para que poder revertir los saldos negativos de la crisis de seguridad en la cual nos hemos visto inmersos en el país durante los últimos 15 años, es necesario modificar la política del actual gobierno federal en materia de seguridad:

"Hay que cambiar el paradigma de que la militarización ha dado resultados y que una de las vías que también tenemos para generar un cambio, una sociedad muchísimo más pacificada, con más seguridad y más tranquilidad, es fortalecer la vía civil", asegura.

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