Heridas que no sanan
El incendio también dejó más de 100 heridos, incluyendo niños que viven con secuelas hasta ahora. Danna Paola sobrevivió al incendio, pero perdió nueve dedos y tiene quemaduras en el 60 % de su cuerpo, además de un daño neuronal irreversible que le complica todas sus funciones motrices.
Su madre, Marisol Montaño, lamentó que las víctimas tengan que seguir suplicando justicia y batallando para recibir atención médica.
"Todavía tienen una deuda muy grande con nuestros hijos, la justicia que nosotros hemos peleado aún no llega y es el derecho de ellos y nosotros, como papás, así como de las familias que perdieron a un hijo que el día de hoy podría estar aquí", indicó la mujer.
Danna Paola ha tenido más de 30 operaciones y todavía le restan decenas de intervenciones quirúrgicas para mantener su calidad de vida.
Después del incendio, el diagnóstico que los médicos mexicanos le daban a su madre era que Danna Paola, entonces de dos años, no podría caminar, ver, ni escuchar y mucho menos hablar, pero su recuperación ha sido milagrosa, gracias a los especialistas del Hospital Shriners.
Ahora quiere estudiar una ingeniería en Tecnologías de la Información para desarrollar aplicaciones como las que a ella le han facilitado la vida para ayudar a otros niños que padecen alguna discapacidad. “Siempre me ha gustado mucho la tecnología, quiero estudiar una ingeniería en informática, me gustaría crear aplicaciones y cosas así, lo que uso más en mi vida”, comentó la joven.
A pesar de las secuelas que le dejó el incendio de la Guardería ABC, Danna Paola dice que no tiene nada que perdonar, aunque sí considera importante que algún día llegue la justicia. “Se puede decir que de alguna manera nosotros no sabemos bien qué pasó, entonces no tenemos clara esa parte (del perdón), pero sí sentimos que es necesario algo de justicia”, concluyó.