Estos cambios permitían a las corcholatas presidenciales o a cualquier otro interesado en los procesos electorales de 2023 y 2024 realizar actividades de difusión o promoción.
“Las modificaciones permitían que los servidores públicos, sobre todo, pudieran para tener mayor libertad para participar en actos proselitistas y para usar las plataformas de gobierno para promoverse. Ahora, seguiremos con los criterios que tenía antes el tribunal y el INE y con lo que establece la ley de que no los servidores públicos en días y horas hábiles no pueden buscar la promoción, no pueden usar recursos públicos, no pueden promover su imagen su nombre”, explica Arturo Espinosa, analista político y director de Laboratorio Electoral.
Las restricciones a los servidores públicos para impedir que influyeran en las elecciones fueron una contribución de la reforma político-electoral de 2007-2008.
Al respecto Juan Jesús Garza Onofre recuerda que cuando López Obrador estaba en la oposición quería limitar “a la libertad de expresión” de funcionarios que opinaban sobre elecciones, candidatos y partidos (se recuerda el famoso "Cállate Chachalaca" dirigido a Vicente Fox por opinar), pero ahora en el poder recurren a ese mismo derecho para hacer propaganda.
“Estamos viendo una doble discurso: por un lado cuando estás en la oposición, no te conviene pero cuando estás en el poder sí. Este tipo de cuestiones sí tendrían que estar reguladas, sí tiene que haber una legislación que no permita a las personas que están en el poder en turno llevar a cabo actos de campaña a favor de uno u otro candidato”, plantea.
Una Corte independiente y el voto de Zaldívar
Cuatro de los 11 ministros fueron propuestos por el presidente Andrés Manuel López Obrador: Yasmín Esquivel Mossa, Ana Margarita Ríos Farjat, Loretta Ortiz Ahlf y Juan Luis González Alcántara. De ellos solo las ministras Ortiz y Esquivel votaron en contra del proyecto que se pronunció por la nulidad de la primera parte del “Plan B”.
Incluso, la nulidad del mismo fue avalada por el ministro Arturo Zaldívar, expresidente de la Suprema Corte y quien durante casi cuatro años mostró cercanía al proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Me parece que sí existieron violaciones al procedimiento legislativo que afectaron grandemente y de manera determinante la deliberación democrática de las normas que se están impugnando.
"La iniciativa presentada por el Grupo Parlamentario de Morena fue presentada y sometida a votación de la Cámara de Diputados prácticamente el mismo día y hora de la sesión correspondiente, no hay constancia de la publicación previa conforme marcan las normas correspondientes, y tampoco tenemos constancia de que haya sido del conocimiento de las Diputadas y Diputados con la antelación necesaria para conocer a cabalidad su contenido y poderse posicionar y discutir. Para mí, este simple hecho es suficiente para considerar que existieron violaciones graves al procedimiento”, argumentó el ministro durante la sesión de este lunes.