Sin transparencia sobre el destino de sus recursos y sin asignación presupuestaria que financie acciones contra el cambio climático, México queda más vulnerable ante los embates de esta crisis que, subrayan los especialistas, ya es una realidad.
Tras la publicación de la Ley General de Cambio Climático en 2012, el fondo se constituyó como su principal bolsa de recursos. Contaba con reglas de operación y permitía al país, estados, municipios y organizaciones acceder a convocatorias internacionales y privadas para financiar proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático.
Al desaparecerlo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales quedó a cargo de manejar recursos para este fin. Pero, a la fecha, sostienen los expertos, no se han etiquetado recursos específicos.
“Pasamos a un manejo discrecional y arbitrario de recursos, porque ahora no sabemos muy bien para qué se van a utilizar”, menciona Carlos Asúnsolo.
Financiar combustibles fósiles con recursos “verdes”
A la fecha se sabe poco de los recursos del fideicomiso. Aunque existe el Anexo Transversal 16 del Presupuesto de Egresos de la Federación, donde se incluye el dinero relacionado con el combate al cambio climático, estos recursos se usan para otros fines.
Una investigación del Cemda identificó que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha tomado muchos más recursos del anexo para financiar gas natural. Entre 2018 y 2020, la dependencia usó 500% más dinero de esa bolsa, incluso más que lo que ha recibido la Semarnat, que es la encargada de conducir la política climática, sostiene el experto.
“Recursos que, se supone, tendrían que estar destinados a reducir la vulnerabilidad climática de México, realmente están siendo utilizados para profundizar el uso de un combustible fósil”, lamenta.
En 2021, los recursos existentes para la atención del cambio climático representaron 1.1% del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación. Mientras que los recursos dirigidos a la explotación de combustibles fósiles, principal fuente de emisiones causantes del calentamiento global, representaba 11.6%, según cálculos del Cemda.