Los cambios propuestos, según la exposición de motivos del dictamen, son para reforzar la rectoría de la Secretaría de Salud federal, optimizar el gasto, evitar duplicidades y controlar mejor los recursos destinados al sistema sanitario público.
Lejos de reconocer que el Insabi no alcanzó la meta de otorgar atención y medicamentos gratuitos a la población sin seguridad social laboral, el documento señala que la pandemia de covid-19 puso sobre la mesa la necesidad de reinventar el modelo de atención a la salud. Considera que, con 43 años de experiencia, el IMSS-Bienestar es la mejor opción para encabezar la política nacional de acceso universal a los servicios de salud.
Te explicamos cuáles son las claves principales de la reforma a la Ley General de Salud para regular el Sistema de Salud para el Bienestar.
¿Qué pasará con el Insabi?
Una vez que esta reforma sea aprobada también por el Senado de la República y publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), todos los recursos del Insabi, tanto financieros como humanos, serán transferidos al organismo público IMSS-Bienestar.
Para este fin, la Secretaría de Salud contará con 180 días naturales para establecer los términos, plazos y condiciones del traspaso, que incluye también los recursos materiales, los bienes inmuebles y los derechos y obligaciones del Insabi.
A su vez, el IMSS-Bienestar tendrá 90 días naturales para cambiar el contrato del Fondo de Salud para el Bienestar. Se trata del fideicomiso que heredó los recursos del Fondo para Gastos Catastróficos, una bolsa de dinero que administraba el Seguro Popular para las enfermedades de alto costo.
La junta de gobierno, la dirección general del Insabi, así como sus sesiones y atribuciones quedarán sin efectos.