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Médicos residentes: vulnerables ante la inseguridad, maltrato y criminalización

Las violencias que los médicos en formación enfrentan no son nuevas, pero una generación de estudiantes de medicina lucha por cambiar el sistema sanitario.
sáb 29 octubre 2022 11:59 PM
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En octubre de 2022 algunos médicos se manifestaron también en solidaridad con Fernando Villalobos, médico interno de pregrado detenido por supuestamente robar insumos de un hospital del ISSSTE.

La tarde del 18 de octubre de 2022, después de realizar una guardia de 36 horas en el Hospital “1° de Octubre” del ISSSTE, al médico interno de pregrado Fernando Villalobos lo acusaron de presuntamente robar insumos sanitarios y elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) lo detuvieron.

Su caso avivó la lucha de los médicos en formación que desde hace un año exigen a las autoridades de México mejorar las condiciones de trabajo.

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A decir de los médicos, a las jornadas extenuantes por un salario que no alcanza el mínimo, se suma el acoso laboral y sexual que sufren con frecuencia; prácticas de enseñanza violentas, y ahora, la criminalización de estos servidores de la salud.

“Lo que acaba de suceder con el movimiento vino a vislumbrar una enorme cantidad de problemáticas y abusos por parte de las autoridades hacia los médicos en formación”, explicó en entrevista Aaron Rico, representante nacional de la Asamblea Mexicana de Médicos Internos de Pregrado (AMMIP).

Según datos de la Secretaría de Salud, actualmente, en el sector hay 84,684 profesionales de la salud en formación, de los cuales 68,500 realizan su servicio social, y 16,184 el internado médico de pregrado.

En promedio, un médico interno de pregrado recibe una beca mensual de 1,870 pesos en promedio, mientras que un pasante de medicina percibe 3,673 pesos al mes, de acuerdo con el Observatorio de Educación Médica y Derechos Humanos de la Universidad Veracruzana.

La Secretaría de Salud anunció que buscan aumentar los montos de las becas. La de médicos internos de pregrado subiría a 4,153 pesos y la de un pasante de medicina a 4,855 pesos. No obstante, se está en espera de que la Secretaría de Hacienda apruebe esa actualización.

La detención del médico del IPN

Hace unas semanas que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores (ISSTE) se aliaron con la SSPC para combatir la corrupción y el robo hormiga de medicamentos. De acuerdo con el director del ISSSTE, Pedro Zenteno, la estrategia consiste en que policías revisen al personal antes de salir de los hospitales.

Aquel martes, Fernando Villalobos, estudiante de medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN), terminó su turno y, a la salida, los policías revisaron su mochila y hallaron varias piezas de insumos médicos.

“Yo les dije que es material que yo y todos mis compañeros internos y médicos no tomamos sin que nos den permiso personalidades de mayor rango. ¿Por qué? Porque son materiales que nosotros utilizamos en la práctica diaria para realizar todos nuestros pendientes y curaciones”, explicó el médico interno en un video subido a su redes sociales.

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En su defensa, el médico dijo que llevaba el material médico porque no es práctico pedirlo al hospital cada vez que atiende a un paciente.

“En el servicio que estoy rotando, que es el de Medicina Interna, ese material no aguanta ni para media guardia, la verdad. En el ‘1° de Octubre’ hay dos pisos de Medicina Interna, son 100 pacientes, y en las guardias sufrimos mucho sacando demasiadas muestras, tanto de sangre como de orina. Utilizamos demasiado los guantes, esto para sacar muestras de laboratorio, realizar curaciones”, afirmó Fernando.

Pero esto no convenció a las autoridades del hospital y los policías lo trasladaron a un Ministerio Público, donde estuvo detenido por 48 horas.

“Yo no me sentía culpable. No sentía que había cometido un error, porque la verdad es que no fue así. Los insumos que me detuvieron son artículos que nosotros utilizamos a diario. En algunas ocasiones hasta nosotros andamos comprando materiales porque en el hospital no hay, y nosotros tenemos que ver la forma de cómo sacar nuestros pendientes”, afirmó.

Tras la detención de Fernando, sus colegas se organizaron y protestaron para exigir su liberación, incluso realizaron un paro nacional el 23 de octubre, Día del Médico.

Para Dennys Onofre, representante de la Asamblea Mexicana de Médicos Internos de Pregrado, las demandas son similares desde hace años porque las autoridades universitarias y de salud no han atendido esta problemática.

“Hay toda una estructura muy institucionalizada que permite que estos actos de violencia se perpetúen y no haya una buena correspondencia para tratarlos”, explicó en entrevista.

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Estudiar medicina entre violencia y carencias

Para lo médicos, el caso de Fernando es un ejemplo, de que además de ser los profesionales de la salud que más abusos laborales sufren en los hospitales, de enfrentar la violencia y la inseguridad en comunidades rurales, ahora son vulnerables también a la criminalización.

Debido a las carencias del sistema de salud público, Onofre asegura que es común que los estudiantes y otros profesionales de la salud compren sus propios insumos para trabajar., así como resguardar el material del hospital para que lo tengan disponible en sus turnos.

“El sistema de salud recae en las internas, los internos, los médicos y médicas pasantes, y las y los residentes, es decir, siempre por estudiantes”, sostuvo.

Por eso, subrayó, una de las exigencias del llamado "movimiento de las batas blancas" es dignificar la figura del estudiante de medicina y protegerlo ante el limbo en el que laboran.

Hasta ahora, no hay claridad sobre quién responde por ellos, si las universidades o las instituciones de salud, por lo que quedan abandonados en las adversidades y ante denuncias penales, como la que hay en contra Fernando.

Para los médicos, la postura del ISSSTE es una continuación de la "mano dura" con la que el sistema de salud trata a los médicos en formación.

El médico y abogado Mauricio Sarmiento señaló la contradicción del sistema de salud que recurre a la ley para sancionar, pero la omite si se trata de garantizar y reconocer derechos.

“Es una es una mano dura dentro de los hospitales. Ahí están los casos en los cuales a los de mayor rango jerárquico, supongamos, los médicos adscritos, es decir, que tienen una plaza permanente, son los únicos que pueden utilizar el elevador y los residentes o los internos no. Como esta situación, existen muchas más”, comentó en Twitter.

"Más que una etapa formativa pareciera una etapa militarizada, es decir, se tiene cero tolerancia hacia los errores. Pero, al mismo tiempo, se tiene cero tolerancia y apertura ante cualquier diálogo", agregó Aaron Rico, de la AMMIP.

Aunque pasaron por condiciones violentas similares, Onofre denuncia que los actuales jefes de Enseñanza amenazan y maltratan a los nuevos estudiantes. El domingo pasado, por ejemplo, los amagaron con no aprobarles su servicio social si participaban en el paro.

“Nos encontramos en una estructura bastante rígida, híper jerárquica, que busca soslayar al estudiante y hacerle saber que es, como le llamamos, mano de obra barata para sacar adelante al sistema de salud”, lamentó.

La “revolución de las batas blancas”

Tras el paro nacional, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, anunció que buscan aumentar el monto de las becas que se destinan a los médicos en formación.

Aunque los estudiantes de medicina dudan de que esto se concrete, sí ven que los posibles cambios son fruto de su lucha.

“Es lo mínimo que merece un médico en formación, pero nos parece poco realista. Porque es subir al doble lo que ganamos, que es alrededor de 1,800 pesos mensuales. Toda nuestra vida se pasa en el hospital por 1,800 pesos. Si lo dicen para calmar a la población, creo que es una falta gravísima de ética. Y, además, es un aspecto de todo lo que falta por mejorar”, dijo Onofre.

Las violencias que los médicos en formación enfrentan no son nuevas, pero hace unos años se configura una generación de estudiantes de medicina que luchan por lograr cambios en el sistema de salud público y en la enseñanza de la medicina.

"El modelo actual se basa en castigos físicos, mentales y emocionales (...) el estar expuesto a estas dinámicas resulta ser sumamente agotador, abrumador, muy cansado", lamentó Aaron Rico.

Los médicos en formación se han organizado en colectivos y asambleas, se manifiestan y exigen a las autoridades un trato digno.

Consideran que es posible porque en otros países no funciona así la formación médica. En otras naciones, hay jornadas de 12 horas para los médicos en formación; cuentan con tiempo para la práctica y el descanso, y la distribución del material sanitario es adecuada.

"Se procura que esta formación académica sea lo más importante por el bienestar de los pacientes, pero también cuidando la salud de los médicos", destacó el médico.

Tras su liberación, Fernando Villalobos también cree que el cambio es posible. En el IPN le ofrecieron moverlo a otro hospital para terminar el internado médico, pero él decidió continuar en el hospital del ISSSTE.

“Porque, la verdad, me siento en paz, me siento tranquilo conmigo mismo porque no cometí ninguna falta, no cometí ningún delito. Después de este hecho, yo confío que vamos a lograr algo bueno, por eso se están dando las protestas, para que nosotros los internos tengamos un mejor trato y vamos a luchar hasta lograr un cambio para nosotros”, indicó Fernando.

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