Las enfermedades del ISSSTE
El director Pedro Zenteno ha expuesto que la falta de inversión en los gobiernos anteriores y el abandono de la infraestructura médica llevaron al instituto a envejecer y presentar problemas “crónico-degenerativos”.
Hasta diciembre de 2021, el ISSSTE contaba a nivel nacional con 1,121 unidades médicas de todos los niveles de atención, con una antigüedad promedio de 30 años. De ese número, únicamente la mitad, 588 hospitales y clínicas, son propios del instituto. El resto opera bajo esquemas de Asociación Público-Privada, son rentadas, están en regularización o subrogadas, según datos del Informe Financiero y Actuarial 2022 del ISSSTE.
Además, enfrenta el reto de atender a una población mayoritariamente envejecida y con enfermedades crónicas de alto costo.
En el instituto, 32% de sus 13.7 millones de derechohabientes tiene más de 60 años y, en 2021, la atención de cáncer, enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal crónica, diabetes e hipertensión arterial costó al ISSSTE 25,173 millones de pesos.
El problema es que se espera que en 2050 el número de personas con esas enfermedades aumente y, con ello, los gastos en atención médica. A ese panorama se suma que los ingresos propios del instituto, provenientes de cuotas y otras percepciones, no alcanzan para cubrir sus gastos.
Los ingresos del ISSSTE, sin considerar las transferencias de dinero del gobierno federal, fueron de 107,484 millones de pesos en 2021, mientras que el total de costos fue de 116,294 millones de pesos.
“Lo que generó un resultado de operación negativo de 8,810 millones de pesos”, expone el informe financiero. Ese año el gobierno federal transfirió al ISSSTE 14,322 millones de pesos.
El académico Gustavo Leal explicó que el gran problema es que, a partir de la reforma de 2007 a la Ley del ISSSTE, el instituto se convirtió en un “mercado de servicios de salud”.
“Lo que hicieron fue descapitalizar deliberadamente la segunda institución de seguridad social más grande. Esta estrategia lo que hizo fue drenar los recursos que recibía el instituto”, aseguró.
Desde 1994, agregó, estudios del ISSSTE ya concluían que debían fortalecerse los servicios porque había obsolescencia en los equipos, antigüedad en los hospitales y envejecimiento de la planta de los profesionales de la salud.