Transformación INE en INEC
La Comisión hizo observaciones sobre el nuevo modelo que se propone para integrar el INEC y el Tribunal Electoral, estos conformados mediante la elección popular de sus miembros de entre una lista de candidatos presentados por los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y sometidos a las urnas.
“El procedimiento propuesto en el que el INEC estará a cargo de las elecciones de sus propios miembros es inusual y crea riesgos para su condición de organismo imparcial”, se concluyó.
Se expresa que es un tema "de gran preocupación” que estos podrán hacer campaña, pues no hay reglas claras sobre cómo se realizará esa elección, lo que implica una preselección que no da garantías de que los organismos resulten con una integración imparcial, además de que estarán sujetos al voto ciudadano, cuya valoración será política. Con ello se incumplirían los estándares internacionales para los organismos electorales.
El procedimiento “prevé una preselección que no permite aplicar a esta votación todos los estándares internacionales en materia electoral –aún asegurando su imparcialidad–, lo cual es muy dudoso. Por otro lado, una elección puramente política podría asegurar la representación equilibrada de los partidos políticos en el INEC pero iría en contra del requisito de imparcialidad ya que la prohibición de hacer campaña electoral podría no ser respetada durante la campaña para las elecciones al INEC”.
La composición del organismo central de gestión electoral “no debe basarse en preferencias y opciones políticas. Incluso si se configura con una representación equilibrada de las fuerzas políticas, debe basarse principalmente en criterios profesionales. Por lo tanto, los miembros del INEC no deben ser elegidos directamente, ya que la voluntad de los votantes es política”, valoró.
Además “los miembros de dichos órganos deben ser imparciales y profesionalmente competentes y, por tanto, no se les debe permitir hacer campaña (presentarse como candidatos en elecciones directas)”.
Esos mismos problemas de imparcialidad e independencia se advierten respecto de la elección de los magistrados del Tribunal Electoral pues “en materia electoral como en otros campos, el poder judicial, incluyendo una jurisdicción electoral especializada, debe representar una garantía de imparcialidad de todo el proceso, y para ello debe ofrecer suficientes garantías de independencia.
En el caso de los tribunales con el problema adicional de que se propone eliminar tribunales estatales, con lo cual el Tribunal superior tendría que resolver todo, con la sobrecarga laboral correspondiente y , sobre todo, se quitaría a los ciudadanos y partidos los distintos niveles de apelaciones, mismas que pueden ser una garantía para los actores electorales.
Sobre las facultades del INEC, se alertó que se propone reducir los controles a los partidos políticos y la sanción a prácticas irregulares. Además la centralización de todas las elecciones estatales en el INE; y la desaparición de órganos desconcentrados permanentes (300 consejos distritales) para que se integren solamente en elecciones, podrían resultar más costoso y generar problemas de imparcialidad electoral.
La Comisión de Venecia valoró que la centralización de la administración electoral en todos los niveles podría tener un impacto negativo en la transparencia y credibilidad de los procesos electorales a nivel de las 32 circunscripciones, dado que México es un estado federal.
"También implicaría una transformación onerosa que iría en contra de las tendencias internacionales sobre autogobierno y podría estar en conflicto con algunos de los principios básicos del federalismo mexicano”, detallan.