“El riesgo que enfrentamos es sumamente delicado para el Estado mexicano, ya que el crimen organizado en nuestro país, se ha convertido en una fuerza ‘cuasimilitar’ que usa la violencia en contra de la población y de las instituciones públicas”, se lee en la iniciativa.
Previo al arranque de sesiones del segundo año legislativo, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió su iniciativa para que la Secretaría de Seguridad Pública transfiera a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. Propone cambios a la Ley orgánica de la Administración Pública Federal, a la Ley de la Guardia Nacional, a la Ley del Ejército y Fuerzas Armadas, a la Ley de Ascensos del Ejército y de las Fuerzas Armadas Mexicanas.
En la iniciativa se reconoce que si bien el crimen organizado es poderoso, no es invencible.
“Son grupos que ‘desbaratan las buenas obras de la sociedad civil, son poderosos y representan intereses arraigados y el peso de una empresa mundial de miles de millones de dólares pero no son invencibles”, se lee.
La fuerza del crimen organizado es usada como un argumento para hacer la transferencia de la GN a la Sedena.
“La complejidad, diversificación y gravedad del crimen organizado que opera en México, sumadas a su capacidad logística y económica, dispersión geográfica y disponibilidad de armamento de alto calibre, constituyen amenazas actuales y latentes para la paz, la seguridad y el desarrollo de las comunidades, la vigencia de los derechos humanos y la gobernabilidad democrática”, abunda el ejecutivo en la exposición de motivos.