Esto porque desde 2019 el TEPJF estableció que Morena carece de un padrón confiable y le ordenó a ese partido que lllevara a cabo un proceso de afiliación, mismo que no realizó, primero, por conflictos internos, luego por la renovación de la presidencia y la secretaría general, y después por las elecciones federales de 2021.
Ayer miércoles, al resolver impugnaciones a la Convocatoria, la Sala Superior permitió a Morena, por las condiciones extraordinarias que enfrenta, no realizar, como marca su Estatuto, un proceso de afiliación previo a su Congreso y con cierre 30 días antes; validó que los candidatos a congresistas no se presenten y defiendan su postulaciones en las Asambleas , sino que se hayan palomeado desde la dirigencia nacional listas de 400 candidatos y confirmó que se ratifiquen en sus cargos el presidente del partido, Mario Delgado y la secretaria general, Citlalli Hernández.
Pero por mayoría el TEPJF determinó que debe cumplirse el requisito de que quienes conduzcan Morena sean militantes, y de paso que así se acate una sentencia por la que hace casi tres años se le ordenó a contar con un padrón de afiliados que dé certeza de que los afiliados son los que participan de las decisiones, como dicen sus documentos básicos.
Así, el TEPJF le ordenó a Morena realizar una "acreditación mínima de militancia" ya que no son válidos ninguno de los padrones que habían sido vigentes en el pasado: el que se formó y dio pie a que se expidieran credenciales del “gobierno legítimo” en 2006; el histórico, cuando era Movimiento y realizó su proceso para convertirse en partido, ni el que resultó del proceso de actualización de padrón, en 2019, pues este fue declarado no confiable ni válido por sus inconsistencias.