En el estudio se resalta que la mayoría de los elementos a los que se enfrentará el proyecto son situaciones naturales, tales como aspectos fisiográficos, tipos de suelos presentes a lo largo del trazo, aspectos hidrológicos, clima, entre otros.
"Lo más destacable recae en los aspectos fisiográficos y tipos de suelo, esto debido a las características de este suelo y su naturaleza kárstica (compuesto de roca caliza y minerales solubles del agua), lo cual representa el mayor reto del TM-T5 sur", advierte la MIA.
Además, el tramo 5 del tren Maya, se localiza en el acuífero miocénico próximo a la costa, donde los componentes principales del flujo subterráneo se descargan en el Mar Caribe o sobre la cara de la playa.
De ahí la importancia de la hidrología, los ríos y suelos subterráneos, pues los flujos de agua son de interés regional porque aportan nutrientes al ecosistema costero.
"Existe una conexión entre las descargas en la zona de la costa y el impacto producido por actividad antropogénica, por lo que es indispensable proponer medidas de mitigación al ecosistema que forma el karst, cenotes, descargas de agua en la playa y en las lagunas", indica el estudio.
El proyecto original del Tramo 5 contemplaba correr por el camellón central de la Carretera Federal 307, que conecta los destinos turísticos de Cancún, Puerto Morelos, Playa del Carmen y Tulum.