De lo contrario seguirán “muchos más amparos nacionales y estamos pidiendo ayuda internacional”, plantearon Gemma Santana, Pepe Urbina y Arturo Islas, quienes ante la advertencia de que estarían en riesgo 100 mil empleos de detener la obra, reviraron: “si no se para el tren, millones de personas se quedan sin agua”.
Con base en un análisis que, dijeron, realizaron más de 300 científicos nacionales e internacionales, alertaron riesgos a la seguridad en la operación del tren, en caso de mantenerse la ruta actual, que además avanza a ciegas, improvisando el trazo conforme se hallan socavones (grutas), destruyendo la selva innecesariamente por falta de estudios de impacto ambiental.
Además, si corren trenes de carga “puede descarrilarse con combustibles fósiles y dañar al subsuelo o los focos de agua dulce, e incluso existe una hipótesis de que en caso extremo podría desplomarse un tramo, como ocurrió en la Línea 12 del Metro”, sostuvo Islas.
“Y cuando el tren se caiga como en la línea 12 del Metro, ¿quién va a ser el responsable? El presidente tiene casi 70 años, se va a morir y nos va a dejar un problema muy grande a las nuevas generaciones”, expuso.
“No necesitamos un tren” actores y cantantes piden a AMLO frenar el Tren Maya