"La relación entre los binomios corrupción y política-seguridad y justicia, como temas de cobertura informativa vinculados con crimen organizado como presunto agresor, permiten hacer un par de preguntas clave: ¿de quién es la corrupción que estos periodistas investigan? ¿Quiénes están implicados directamente en la seguridad y la justicia además del crimen organizado?", cuestiona.
Las agresiones analizadas en el estudio son intimidación, hostigamiento y amenazas; detención ilegal privación de la libertad; ataques físicos o materiales; bloque o alteración de contenido; y allanamiento.
El estudio destaca que en 2019, 2020 y 2021 –que representa la mitad del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador–, la intimidación y hostigamiento ha sido el principal tipo de agresión cuando se trata de funcionarios públicos, con 37, 13 y 17 casos registrados en cada uno de esos años.
"La cobertura que las periodistas realizan de ciertos temas parece hacerlas más propensas a convertirse en víctimas de una agresión", indica el informe.
En este sentido, del total de episodios reportados, 428 casos corresponden a mujeres periodistas que cubrían temas de corrupción y política; 167 se ocupaban de temas de derechos humanos; 134 cubrían protestas o movimientos sociales; 94, seguridad y justicia; y 22, temas de territorio.
"Cuando agregamos a la visualización al crimen organizado como presunto agresor, nos encontramos con que seguridad y justicia, con 18 casos, y corrupción y política, con nueve casos, son los temas que más cubrían las periodistas agredidas en este registro", señala el Signa Lab.
Por entidades, la Ciudad de México encabeza la lista de agresiones contra mujeres periodistas (149 casos de 2010 a 2021), seguido de Veracruz, con 111; de Puebla, con 96; Coahuila, con 82; y Oaxaca, con 71.