La fiscalía pidió 15 años de prisión por el delito de lavado de dinero, 14 años por el cohecho y otros 10 por el de asociación delictuosa, en total 39 años. Además, solicitó una sanción económica de 5,450 días de multa —según la Unidad de Medida y Actualización (UMA) vigente—, que es el equivalente a los montos máximos contemplados por los tres delitos.
También demandó el decomiso de la mansión ubicada en Quinta Mar de Ixtapa, Zihuatanejo, adquirida en 2013 bajo el nombre de Marielle Helene Eckes, esposa de Lozoya, por 1.9 millones de dólares, y que Lozoya repare un daño patrimonial estimado en 7 millones 385,000 dólares, cantidad que fue reclamada por fiscalía como condición para negociar con el exfuncionario un posible criterio de oportunidad, beneficio que lo convertiría en testigo colaborador y se podría cancelar el proceso.
No obstante, en la audiencia de este miércoles el juez recordó que Lozoya no ha logrado obtener el criterio de oportunidad ni reparar el daño. “Si bien usted dice que lleva negociaciones con instancias del gobierno del más alto nivel eso no es suficiente porque, a la fecha, dicho criterio de oportunidad no se ha materializado”, expuso según Animal Político.
Una vez que se presentó la denuncia formal, se abrirá la etapa intermedia, en la que el juez valorará todas las pruebas presentadas por la FGR, la defensa y lo que las víctimas quieran aportar, y decidir si las admite o las desecha. El tiempo para que esto se lleve a cabo dependerá de la cantidad de pruebas que presenten las partes.
Una vez validadas las pruebas, iniciará el auto de apertura a juicio, que es la última etapa del proceso: el juicio oral.
Con información de Melissa Galván...