“Aunque cada vez son más evidentes, aún no es posible analizar por completo los impactos de esta situación inédita con los datos disponibles hasta la fecha, además de que dicha situación aún no se estabiliza”, señala el documento.
Estos datos contrastan con lo estimado por el INEGI en marzo pasado, cuando dio a conocer los resultados de la Encuesta para la medición del impacto COVID-19 en la educación (ECOVID-ED), donde se informó que de las 33.6 millones de personas entre 3 y 29 años inscritas en el ciclo escolar 2019-2020, 5.2 millones informaron que no se escribieron en el periodo pasado y 738,400 no lo concluyeron.
El análisis elaborado por la Comisión no identificó cambios marcados en la matrícula educativa de nivel primaria y secundaria, no así en preescolar y media superior, que fueron los más afectados por la epidemia. Estos presentaron las mayores disminuciones en el número de estudiantes inscritos: 8.6 y 3.1%, respectivamente.
En el caso de preescolar, se habían observado tasas de crecimiento positivas en el número de inscritos en este nivel, en la década 2010-2020. Aunque entre los ciclos escolares 2016-2017 y 2018-2019 la tendencia cambió y la matrícula experimentó una disminución anual en promedio de 1.3%, no se compara con la “drástica disminución” del ciclo escolar anterior.