Los números azules
En los comicios pasados, 11 de las 15 gubernaturas las ganó Morena. El PAN obtuvo dos, Querétaro y Chihuahua, mientras que MC se quedó con Nuevo León, y la coalición PVEM-PT, con San Luis Potosí.
Los panistas incrementaron de 78 a 114 legisladores en la Cámara de Diputado, es decir, un crecimiento del 47%.
Gobiernan 13 ciudades importantes y, en alianza de oposición, gobiernan nueve de las 16 alcaldías de la Ciudad de México e importantes municipios conurbados del antes llamado "corredor azul" del Estado de México.
En 2022, seis estados renovarán gubernatura: Aguascalientes (PAN), Durango (PAN), Hidalgo (PRI), Oaxaca (PRI), Tamaulipas (PAN) y Quintana Roo (PAN), mientras que en 2023 estarán en juego el Estado de México (PRI) y Coahuila (PRI).
Ya para 2024, los partidos se disputarán la CDMX (Morena), Chiapas (Morena), Guanajuato (PAN), Jalisco (MC), Morelos (PES), Puebla (Morena), Tabasco (Morena), Veracruz (Morena) y Yucatán (PAN), así como la Presidencia de la República.
Ganó Marko, pero siguen los problemas
De cara a esas contiendas, los analistas resaltaron que la reciente ratificación de Marko Cortés como dirigente para el periodo 2021-2024 no representa que el PAN haya superado sus divisiones internas.
Una muestra de ello fue que el hoy exgobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, rechazó la invitación de Cortés a unirse a su equipo y abiertamente dijo que no confía en su proyecto.
Antes, Adriana Dávila y Gerardo Priego, aspirantes a la dirigencia, acusaron irregularidades en la contienda interna y falta de condiciones para competir.
Frente a esto, en su primer discurso como líder reelecto, Cortés llamó a un "cierre de filas" para evitar fracturas como la que entre 2017 y 2018 causó las renuncias de Margarita Zavala y de Felipe Calderón.
Para Concha, el que Cortés haya llegado como candidato único representa un mal arranque.
"Cuando algunas decisiones se manifiestan solo a través de opciones únicas, que al final del día hablan de intolerancia y de decisiones poco plurales, pues la situación está mal", dijo.
Martín Reyes coincidió y advirtió que este reciente proceso interno puede ser más una desventaja que una ventaja para Acción Nacional.
"Para mí, eso es lo preocupante: los procesos internos tendrían que ser para que los partidos políticos se fortalezcan, no para que se debiliten", enfatizó.