El Tribunal Electoral no se dejará influir ni presionar, advierten magistrados

Ello, detallaron, con plena autonomía, independencia e imparcialidad, alejados de presiones, coyunturas o agendas partidistas.

“Independencia y autonomía judicial no solo respecto de los contendientes electorales, sino especialmente respecto de los poderes políticos que puedan pretender influir o ejercer alguna presión sobre sus decisiones”, dijo el magistrado Felipe de la Mata.

Durante el Foro Nacional La Labor de los Tribunales en la Calificación de las Elecciones 2020-2021, destacó que la política no debe jugar ningún papel en la resolución de los conflictos electorales.

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Justicia electoral, vía para dirimir conflictos

La magistrada Janine Otálora aclaró que toca ahora a la justicia electoral resolver sobre la legalidad de los comicios en los que exista inconformidad.

También, añadió Otálora, sobre los resultados del cómputo o el incumplimiento de los requisitos de ley por parte de la candidatura ganadora o beneficiada.

“Lo importante no es qué partido o coalición se alce con el triunfo; lo importante es que se proteja la voluntad de la ciudadanía expresada a través del voto”, aclaró Otálora Malassis.

La magistrada resaltó la fortaleza de las instituciones electorales, como el INE, al considerar un despropósito que se haya propuesto regresar sus funciones al gobierno, en lugar de fortalecer y respaldar algo que le ha costado décadas construir a los mexicanos.

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Independencia por encima de las críticas

El magistrado Felipe Fuentes Barrera expuso que los juzgadores electorales asumen con plena entereza su responsabilidad y labor independiente, aunque genere críticas y descontentos.

“Entendemos que nuestra labor, como juezas y jueces constitucionales, no está orientada por la popularidad de nuestras sentencias, sino por la legitimidad que otorga el ejercer funciones con ética y sostén jurídico, siempre dentro de las facultades que nos permite la Constitución”, enfatizó.

En el Tribunal, dijo, estamos preparados para atender todos los asuntos que lleguen, con absoluta autonomía, independencia e imparcialidad.

Votos libres

El magistrado Indálfer Infante dejó claro que durante la resolución de los casos ningún factor permite pronosticar, por sí mismo, el sentido de la votación de un juez o magistrado y menos de un colegiado.

“En diversos estudios se concluye que los jueces votan de forma sincera atendiendo a sus conocimientos técnicos y sus preferencias jurídico-ideológicas. No cabe simplismos ni generalizaciones en estos temas”, expresó.

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Cada juez, anotó, es una isla y cada tribunal un archipiélago distinto, de ahí que resulte difícil identificar factores preponderantes sobre las decisiones y la voluntad individual de los jueces o pronosticar las decisiones de los tribunales considerando exclusivamente factores de política o estrategia judicial.

Por ello, “cualquier intento de reducir a uno u otro factor la compleja trama de la decisión judicial resultaría inexacto cuando no tendencioso y, necesariamente, limitado”.

Impugnaciones pendientes

El magistrado Reyes Rodríguez recordó que en 2015 la Sala Superior resolvió alrededor de 5,300 asuntos durante el proceso. De ellos, 1,200 durante el periodo poselectoral.

En 2018, la Sala Superior resolvió alrededor de 4,500 asuntos, de los cuales 1,200 fueron poselectorales.

Aunque los comicios no corresponden a una elección presidencial como la de 2018, se tienen más cargos a definir que la intermedia de 2015.

“De seguir la tendencia de los procesos anteriores, quedaría por resolver una cuarta parte de la totalidad de los asuntos de este proceso”, dijo.

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Tasla Sala Superior ha resuelto alrededor de 11,600 asuntos de septiembre de 2020 al día de la jornada electoral, se estima que aún falten entre 3,000 y 4,000 casos por analizar.

Rodríguez Mondragón resaltó que el 6 de junio, el INE organizó y ejecutó con gran capacidad y calidad la jornada electoral.

Mondragón apuntó que ahora le corresponde a las juezas y los jueces electorales cerrar el círculo democrático: “Haciendo valer el Estado de derecho, mientras garantizamos el principio elemental de toda democracia: contar con elecciones auténticas, libres y justas”.