"(El presidente Andrés Manuel) López Obrador desplegó esfuerzos inéditos para trasladar a Cienfuegos a México. Logrado su regreso, la Fiscalía General de la República (FGR) cerró la indagatoria en su contra sin haber esclarecido una serie de hechos (...) que formaban la base de las acusaciones del Departamento de Justicia estadounidense", menciona.
WOLA enfatiza que la desmilitarización prometida por el presidente López Obrador desde su campaña en 2012 no solo no ha llegado, sino que el actual gobierno ha apostado por profundizar diversos aspectos del modelo militarizado.
La permanencia de la militarización
La guerra contra la delincuencia organizada en México, para la cual se inició el despliegue militar en todo el territorio, lleva 15 años, en los cuales, tres gobiernos no han logrado instaurar estrategias eficaces para frenar la ola de violencia.
No solo no se avanzaron soluciones, critica WOLA, sino que la militarización terminó por convertirse en una adicción que posterga indefinidamente esas soluciones estructurales.
"El Estado no ha utilizado los últimos 15 años de militarización para instalar estructuras y prácticas eficaces contra la violencia a nivel nacional (...) Durante tres sexenios, con variaciones, la militarización se ha convertido de supuesta medida transitoria, a estrategia de largo plazo", señala el análisis.
La guerra contra el crimen organizado se lanzó en el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) con la promesa de que, a largo plazo, las corporaciones civiles asumieran las tareas de seguridad, lo cual no ocurrió. Después, en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), se anunció la conformación de una nueva fuerza federal, la Gendarmería, con la que mantuvo el despliegue militar.