Ya en el gobierno de López Obrador (desde diciembre de 2018), se incumplió la promesa de acuartelar a los militares y se creó la Guardia Nacional con participación directa en las tareas de seguridad pública.
WOLA advierte que incluso si el gobierno de López Obrador cumple su promesa y "retira" a las Fuerzas Armadas de las tareas policiales para 2024, estas tareas quedarían en manos de otra institución militarizada (la Guardia Nacional).
El análisis destaca que todas estas estrategias de seguridad, con algunas variaciones, se mantienen pese a que los resultados del "modelo bélico" han sido catastróficos con récords históricos de homicidios y desapariciones forzadas.
Por ejemplo, señala, en una situación de combate en un país en guerra, es normal que el número de personas muertas sea inferior al número de personas heridas. Pero en el caso de México, el índice de letalidad por el uso de las Fuerzas Armadas dista de estar en este nivel "normal", pues éstas siguen matando a cuatro o cinco civiles por cada persona persona herida, es decir, el índice de letalidad hoy se ubica en más del 400% del nivel esperado.
Este análisis se publica a un año del acuerdo presidencial que dispone la participación de las Fuerzas Armadas en tareas policiales hasta 2024, y a dos años la ley por la que se creó la Guardia Nacional.
En este sentido, WOLA concluye: "No parece probable que el militarismo disminuya en un futuro cercano, recordando que el presidente ve en las fuerzas armadas una vía para combatir la corrupción".