Con él detenido, ¿puede decirse que “se acabaron los García Lunas”, como afirma el presidente López Obrador?
Yo creo que en eso tiene que ser muy cuidadoso, no el presidente, cualquiera, porque García Luna y su hermandad lo que hicieron fue bañar de policías. Él tiene, porque lo sé bien, por testimonios de exagentes de inteligencia, más de 5 millones de fichas, que incluyen a policías en activo y policías en los 11 años que estuvo como personaje de primer nivel. Él fue juntando todos los archivos, elaboraba las fichas de nosotros, así que su poder es inmenso. Conoce los secretos de cada uno y sabe dónde están sus siembras, en qué policías de los estados, los puede localizar. ¿Cómo no va a ser un hombre de poder? Entonces, no se va a acabar tan rápido, porque hay (aliados suyos) en cada policía. Por ejemplo, en la Ciudad de México él sembró a Luis Rosales Gamboa, que ahora ya renunció, pero está su sobrino; ellos son herencias de la hermandad. En cada policía de ciudades grandes de los estados está García Luna. Entonces, no es tan fácil, eso por un lado; por otro, debemos recordar que el Poder Judicial sigue siendo el mismo. No importa que hayan cambiado al presidente, hay muchas mafias.
En los siete años que pasan desde que deja la secretaría en 2012 y lo detienen en 2019, ¿qué pasó para que dejara de tener protección?
Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses, y a él se le olvidó. Pensó que podría negociar con los gringos y con los capos, traicionar a los gringos y traicionar a los capos, y se les fue a meter. ¿Cómo quería que no lo agarraran? Se fueron documentando sus cosas… El tipo negocia con todos, traiciona a todos, pero un día lo iba a alcanzar su destino, un día se le cae la protección.