Este anunció se da a conocer luego de que el propio López-Gatell declarara, en diversas ocasiones, que no hay evidencia científica que confirme la eficacia del cubrebocas convencional ante epidemias como la de COVID-19.
Si bien el funcionario no desestimó la función de las mascarillas –al considerarlas solo un auxiliar–, explicó que estas pierden toda posibilidad de eficacia si no es empleada correctamente.
Por ejemplo, mencionó en una conferencia, los virus respiratorios entran también por los ojos. Entonces, aunque una persona tenga cubierta nariz y boca con las mascarillas, hay riesgo de contagio a través de los ojos o de los oídos.
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En otra ocasión, López-Gatell enfatizó:
"Los cubrebocas dan una falsa sensación de seguridad (...) son una forma innecesaria como mecanismo de protección que no tiene una fuerte evidencia científica".
Sin embargo, dijo que no descartaba su uso siempre y cuando fuera el adecuado y sin descuidar el resto de las medidas básicas de salud, como permanecer en casa, lavar frecuentemente las manos y el estornudo de etiqueta.
En la conferencia de las 19:00 horas, el subsecretario argumentó que no es un enemigo del cubrebocas y que eso es una interpretación que se le ha dado a sus palabras y señaló que antes hubo razones para no recomendarlo, pero también sí se tiene para recomendarlo ahora.