"La otra razón es que una persona que no está entrenada en el uso de cubrebocas -como sí lo están los médicos- llegará el momento en que se cansa del cubrebocas, o le va a dar calor, o le va a irritar, o le va a dar comezón, y se va a tocar la cara para acomodarse el cubrebocas, y en ese momento ya no hay un efecto (real)", explicó.
Por estas razones, el subsecretario puntualizó que el uso de cubrebocas, al menos en la situación actual que enfrenta el país, tiene una poca utilidad o nula utilidad.
"Eficacia es la utilidad que tiene una intervención de un producto en situaciones 'ideales', en las que todo es perfectamente controlado. Pero hay una gran diferencia con la efectividad, que son las condiciones reales, donde unas personas usan el cubrebocas por 15 minutos y se lo quitan, lo usan de sobrero, se tocan la cara. Y ahí es donde está la mayor incógnita".
Además, el funcionario citó un análisis del Instituto nacional de Salud Pública, el cual señala que seis estudios experimentales no encontraron relación entre la variabilidad de contagio y el uso de cubrebocas.
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"Compensación del riesgo"
López-Gatell concluyó que no es que esté mal usar cubrebocas -ni siquiera cuando su uso sea erróneo-, lo grave, destacó, es que esto pueda derivar en bajar la guardia ante otras medidas de protección personal verdaderamente efectivas.
"Existe un fenómeno que se llama Compensación del riesgo, que consisten en que las personas que puedan sentirse protegidas (por el cubrebocas) y empiezan a disminuir su atención en las medidas de protección básicas, como el lavado frecuente de manos, el estornudo de etiqueta, el no salir de casa", señaló.
Y esto ocurre también con la autoridades que han instruido el uso obligatorio de cubrebocas, lo cual, dijo, preocupa porque el enfoque de las intervenciones se estaría centrando en la población.
"No me parece inconveniente que algunas autoridades sanitarias estatales recomienden el uso de cubrebocas, pero si por estar atentos al cubrebocas empezamos a reducir las otras medidas de mitigación masivas, estaríamos desviando la atención y reduciendo las medidas más efectivas", expresó.
Además, al obligar a los ciudadanos a usar cubrebocas se conlleva a un mayor desgaste operativo y se tocan los límites de las libertades civiles y los derechos fundamentales, finalizó el funcionario.
Portar cubrebocas y guantes puede resultar contraproducente en estos casos