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Crónica| Mujeres unen voz y cimbran México con reclamo de alto a la violencia

En una manifestación histórica más de 80,000 mujeres salieron a las calles para exigir respeto, equidad y sobretodo que “ni una más” de ellas sea asesinada con la impunidad que ocurre hoy en México.
lun 09 marzo 2020 05:45 AM
Marcha feminista 8M
Una sola voz. Este 8 de marzo miles de mujeres tiñeron las calles de morado para exigir una alto a la violencia contra ellas en el país. El año pasado hubo más de mil víctimas de feminicidio.

Las mujeres volvieron a las calles para exigir justicia, pero esta vez lo hicieron en miles. La mayoría lo hizo de manera pacífica, con pancartas, brillantina, blusas moradas y pañuelos verdes.

Sí, otras más rompieron vidrios, quemaron y pintaron bardas. Lo hicieron porque están molestas, enojadas, ¡están hasta la madre! del patriarcado, de las agresiones, de las desapariciones y la violencia que mata a 10 mujeres cada día en el país, sin que nadie haga nada por detenerlo.

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“Porque a mi hija se la llevaron”, “porque nos están matando a nuestras hermanas”, “porque a mi amiga la mataron”, “porque a mí me tocaron”, ”porque estamos cansadas de llorar”, “porque estamos hartas, “porque tenemos miedo y ya no queremos tenerlo”, son solo algunos de los motivos que movió a las mujeres a convertir las calles del centro de la ciudad en una ola morada para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.

Desde temprano, al interior de las estaciones del metro se les veían en grupo de amigas, otras con familia, pero todas, organizándose, dándose consejos de seguridad, y alistándose con sus pañuelos verdes y camisas moradas. Las que no lo traían en la calle, se conseguía un pañuelo por 20 pesos y con 50 te hacías de una bandera con la leyenda “Ni una menos”. ¡Lista para marchar!

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Los contingentes de mujeres llegaron al Monumento a la Revolución —obra conmemorativa de la “tercera transformación” del país— para de ahí dirigirse al Zócalo capitalino, donde antes habían quedado plasmados los nombres de víctimas de feminicidios. Jazmín, Abril, Mariana, Angélica, Irma, sus nombres pintados en letras blancas, frente a Palacio Nacional, en centro del centro del país, para que a nadie se le olvide que existieron, que fueron sonrisa y que alguién decidió arrebatárselas para siempre.

En Fotos | Así se vivió el #8M en las calles de la CDMX 💜

Marcha mujeres8.jpeg

Marcha mujeres8.jpeg

Con la exigencia de ¡Ni una más! la marcha del 8M se derarrolla en la CDMX con más de 80,000 participantes de acuerdo a estimaciones oficiales.
REUTERS/Henry Romero
Apoyo de madres

Apoyo de madres

La marcha de este 8 de marzo jóvenes y mujeres mayores se unieron en una solo voz: alto a la violencia feminicida en México.
Melissa Galván
Llamado urgente

Llamado urgente

En 2019, más de mil mujeres murieron asesinadas y sus casos fueron tipificados como feminicidio, de acuerdo a cifras oficiales.
RAQUEL CUNHA/REUTERS
Comunidad Otomi

Comunidad Otomi

Mujeres de la comunidad Otomí también se unieron en la marcha del #8M en donde pidieron ser visibilizadas.
Melissa Galván
Al llegar a la Avenida Juárez los contingentes comenzaron a esparcir diamantina rosa y morada, misma que ha caracterizado a las manifestaciones de mujeres.

Nube Rosa

Melissa Galván
"La madre vulva"

"La madre vulva"

Durante la marcha, los colectivos feministas pidieron que el aborto legal puede ser realidad en todo el país.
REUTERS/Henry Romero
Perspectiva de género.

Perspectiva de género.

Los contingentes de mujeres marcharon sobre Avenida Juárez rumbo al Zócalo para en donde piden alto al machismo y tener las mismas oportunidades que los hombres.
Montserrat Valle
Marcha mujeres3.jpeg

Marcha mujeres3.jpeg

"La sociedad no puede ser indolente, no puede normalizar los feminicidios de mujeres y niñas", dijo la mamá de Fátima, una niña de 12 años asesinada en 2015 y que se unió al primer contingente.
Melissa Galván
Colectivas

Colectivas

En la movilización de este 8 de marzo también participaron mujeres de organizaciones como Amnistía Internacional.
Brenda Yáñez
Muejeres 1.jpeg

Muejeres 1.jpeg

El 8 de marzo arrancó con pintas de nombres de víctimas de feminicidios en la plancha del Zócalo.
Melissa Galván
Nombres imborrables

Nombres imborrables

Desde temprano los nombres de las víctimas comenzaron a ser escritos con pintura blanca en el la plancha del Zócalo. Activistas y articulistas como Denise Dresser participaron en la pinta.
REUTERS/Gustavo Graf
¡Ni una más!

¡Ni una más!

Irma, Ingrid, Lucero, Irma , Marina... Así luce el Zócalo desde el aire con los nombres de las víctimas de feminicidio en México.
Toma del Twitter de Antonio Atolinni
Ritual

Ritual

Frente al Monumento a la Revolución, feministas realizaron un ritual por la vida, por el libre derecho al desarrollo de la personalidad y el libre derecho a decidir sobre su cuerpo.
Melissa Galván
Pintas

Pintas

A lo largo de la marcha algunos edificios fueron pintados y vandalizados por algunos grupos de mujeres.
Ariadna Ortega
 “Los muros se despintan, las morras no regresan”, señalan las activistas y mujeres que este domingo 8 de marzo han pintado edificios y monumentos.

Pinta rosa

Brenda Yáñez
Pinta para no olvidar

Pinta para no olvidar

El año pasado 1,006 mujeres fueron víctima de feminicidio, de acuerdo con datos oficiales del 2019.
Dainzú Patiño

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El Monumento a la Revolución, ese que ha sido escenario de conciertos musicales, sin fin de manifestaciones y hasta de carreras de mujeres en tacones, este domingo 8 de marzo se escucharon consignas de dolor y exigencias de justicia. Hasta aquí llegaron familias enteras, desde madres con sus hijos en brazos, hasta abuelitas y niños con mascotas. Algunos hombres que portaban camisas moradas, decidieron retirarse, no sin antes besar y desear “un buen retorno a casa” a sus mujeres.

Y así, la marcha comenzó encabezada por los familiares de víctimas de feminicidio, seguida por madres con niños y los contingentes de mujeres. "¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!", "¡vivas las queremos!", “¡alerta, alerta, alerta que camina!”, fueron las primeras consignas de la manifestación.

Otras más, antes de partir dedicaron unos minutos de su tiempo a hacer un pequeño homenaje a Fátima, la niña que fue asesinada en Tláhuac hace unas semanas, a través de un bordado se invitaba a escribirle un mensaje de justicia.

Originaria de Veracruz, Mariana Montañez Ávila, se sumó a la manifestación para exigir que le devuelvan con vida a su hija Rosa Itzel Montañez desaparecida desde el 27 de noviembre de 2018 en San José del Cabo, Baja California Sur.

Opinión: Pararemos hasta que la máquina pare

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“Desgraciadamente yo solo tengo confianza en Dios, en que me devuelva a mi hija como sea, pero en la justicia del Ministerio Público lo dudo… Esto es real, se las están llevando, las están asesinando, las están secuestrando y no nos las regresan. ¿Qué hizo mi hija?”, sostuvo entre lágrimas la mujer dedicada al trabajo doméstico.

A las 14:00 horas salió el grueso de los contingentes. "Existo porque resisto", "somos el grito de las que ya no están", "sin clientes, no hay trata", "¿Cómo no vamos a estar encabronadas?, nos están matando", “nos hacen cachitos y nos dan el avión”, fueron algunas de las cientos de frases con las que las mujeres manifestaron su enojo hacia la violencia que se manifiesta en 13 delitos de alto impacto cada hora contra ellas.

Pero las exigencias no estaban peladas con el humor. También se hubo oportunidad de exigir la caída del “patriarcado” al ritmo del famoso merengue “Bomba”.

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En su mayor parte el contingente avanzó pacíficamente, pero en avenida Plaza de la República se registraron las primeras pintas de “México feminicida”, “violadores”, y “si te pega no te ama” y en cuestión de segundos la marcha se tornó violenta cuando un grupo de chicas vestidas de negro y encapuchados comenzó a romper vidrios y quemar puertas.

“Fuimos todas, fuimos todas”, defendía la parte trasera de la manifestación, pero otras más respondían “¡con violencia no, con violencia no!”.

De pronto, se dispersó un polvo desde el Hotel sBárcelo y las mujeres y varios niños tuvieron que correr. ¿Qué lanzaron? Se preguntaban algunos. No sé, pero cúbrete la cara para lo que sirvió el paliacate verde icono de las últimas marchas feministas. Metros adelante se tiñó de rojo la fuente ubicada enfrente del edificio de la Lotería Nacional.

#EnFotos | Pintas, destrozos y tensiones también se hacen presentes en el 8M

Manifestantes con martillos

Manifestantes con martillos

Algunas de las asistentes llevaban martillos u otros objetos para romper vidrios, banquetas o monumentos.
Reuters
Pintas en el 8M

Pintas en el 8M

A su paso por avenida Juárez y otras vialidades cercanas al Centro Histórico, algunas manifestantes dejaron pintas en protesta contra la violencia de género.
Brenda Yañez
Pintas

Pintas

Las pintas aludían a los feminicidios que se cometen en el país y otras agresiones contra mujeres, así como a casos específicos. Uno de ellos fue el de Fátima, una niña de siete años asesinada recientemente en la capital.
Dainzú Patiño
Policías en el 8M

Policías en el 8M

La marcha fue vigilada por alrededor de 3,000 policías mujeres, a quienes algunas manifestantes reclamaron por la incapacidad del Estado de proteger a las ciudadanas.
Lidia Arista
Gases en el 8M

Gases en el 8M

En avenida Juárez y otros puntos se registraron incidentes. La policía capitalina reconoció que uniformadas usaron extintores para repeler a manifestantes que intentaron saltarse los muros que rodeaban el Hemiciclo a Juárez.
Luz Elena Marcos
Bellas Artes

Bellas Artes

Un grupo de manifestantes rompió las bases de algunos monumentos cercanos al Palacio de Bellas Artes.
Ariadna Ortega
Manifestantes y policías

Manifestantes y policías

En la plancha del Zócalo capitalino, donde hubo tensiones, manifestantes se encararon con policías.
Brenda Yañez
Vallas en el Zócalo

Vallas en el Zócalo

En el Zócalo, manifestantes tiraron vallas colocadas cerca de la Catedral Metropolitana.
Ariadna Ortega

Minutos después, otro acto de violencia, el mismo grupo ingresó a un edificio de gobierno, ubicado en avenida Juárez, para pintar y destruir vidrios, y todas corrieron a asegurar que ninguna se quedará dentro luego de que llegara un grupo de policías.

“Si usted no lucha como ellas, aléjese, aléjese”, decían algunas mujeres que resguardaban a las chicas encapuchados mientras pintaban y rompían vidrios.

A un chico, que intentó grabar un clip mientras ellas pintaban, le tiraron su celular y de paso le arrojaron agua. “Ésta es nuestra lucha”, “Fuera hombres, fuera hombres”, fue la exigencia.

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E incluso las mujeres policías que desplegó el gobierno de la Ciudad de México recibieron pintas en sus escudos; déjenlas, ellas también son mujeres gritaban señoras, pero otras más respondían, ¿dónde estaba la policía cuando las mataron?

Y en respuesta a los constantes llamados de la autoridad a marchar en paz, a su paso varias mujeres dejaron pintas, vidrios rotos y tiraron vallas que protegían inmuebles. Pero la respuesta también llegó, en diversos momentos se lanzó gas lacrimógeno contra las mujeres: en Avenida de la República, en Juárez, en Eje Central, en 5 de Mayo y en la misma plancha del Zócalo.

“No es violencia, es autodefensa”, “Yo las prefiero violentas, que muertas”, eran los gritos de defensa de las mujeres, quienes además aprovecharon para recordarle al gobierno que no querían rifa.

Ya en el Zócalo, algunos contingentes fijaron sus posicionamientos. Elizabeth Machuca Campos denunció que su hermana fue víctima de feminicidio en 2017, pero el gobierno pretende reclasificar el delito como homicidio. “No estás sola”, “No fue homicidio, fue feminicidio”, “Justicia, justicia”, le respondieron las mujeres concentradas en el Zócalo. También se escucharon los nombres de Ingrid Escamilla, Fátima, Abril Cecilia, Sara Abigail, y de muchas otras víctimas de feminicidio.

Mientras eso ocurría, uno, dos, tres bombas molotov estallaron frente a Palacio Nacional. Saldo blanco.

Pero con pintas, consignas, alegría, enojo, vidrios rotos, canciones… con todo eso junto, las mujeres de este país alzaron (alzamos) la voz e hicimos historia. Marchamos para reflejar la impotencia de vivir con el miedo de morir en manos de quien un día nos dijo “te amo” o de salir a la calle y no regresar a casa.

Este lunes la lucha continúa, pero hoy se hace en ausencia.

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