En entrevista con Expansión Política, el también analista gubernamental explica que Estados Unidos posee las mejores capacidades bélicas y de inteligencia en el mundo, lo que facilitaría hacer frente a los grupos criminales en México, o al menos domesticarlos; es decir, establecer qué líneas no pueden transgredir, como asesinar niños, atacar sexualmente mujeres, rafaguear una ciudad, dejar cuerpos en la vía pública".
Refiere que así sucede en Estados Unidos, en donde la misma autoridad les traza las cuadras donde esos grupos pueden operar.
Aclara que esto no significa sentarse a negociar con las organizaciones, sino que el gobierno dicte, de manera unilateral, cuáles son las reglas de convivencia: "si ellos no las respetan, la autoridad actúa contundentemente para hacer que la organización desaparezca".
“No tenemos las palancas que necesitamos para domesticar a estas organizaciones. Estas organizaciones no van a desaparecer, no las vamos a poder erradicar en el corto plazo, porque su existencia obedece a esta demanda tremenda que hay en Estados Unidos”, argumenta.
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Menciona que, hoy por hoy, delinquir no tiene un costo para los grupos criminales; es decir, reina la impunidad, pero, asegura que, trazando estas líneas y ante la amenaza de ir contra esas organizaciones, va a mejorar la situación de violencia.
El también exasesor en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) refiere que el fenómeno delictivo que enfrenta México es sui generis, pues aquí se encuentran las organizaciones criminales más prósperas que existen en el planeta, pero, además, se trata de las más poderosas por el equipo con el que cuentan: se apoyan en ingenieros, expertos sofisticados, en abogados y “lubrican” sus trayectos de transportación mediante negociaciones con autoridades.
“Los cárteles mexicanos son temibles, por esta capacidad financiera que tienen, con la que pueden equiparse muy bien, con la que pueden sobornar desde cualquier secretario, como el de Seguridad Pública (García Luna), hasta policías de calle. Toda la cadena policial y otras autoridades del Poder Judicial como jueces, ministerios públicos, fiscales... todos son sobornados por estos grupos criminales”, comenta.
Para enfrentar ese reto, reitera, se requiere apoyo de otros países y Estados Unidos es clave en ello.
Respecto a la intención de congelar el ingreso ilegal de armas procedentes de Estados Unidos, Guerrero sostiene que es muy complicado que ello suceda, se generaría un mercado ilegal por los litorales mexicanos.