La ampliación de la legítima defensa fue impulsada desde febrero por la diputada panista Claudia Caballero, para quien esta medida busca “dar certeza jurídica a los nuevoleoneses para el debido cuidado de sus seres queridos, de sus bienes o los objetos respecto a los cuales tengan una obligación de resguardo o de defensa, para que puedan obtener la tranquilidad y seguridad que de que están actuando en un legítimo deber de su defensa y de su vida”.
Ambos diputados panistas coincidieron en que se trata de una reforma legal que busca cubrir una necesidad en materia de seguridad ciudadana.
En contra de la ampliación de la legítima defensa se pronunció el diputado de Morena Luis Torres, al considerar que se trata de una licencia para matar.
“La reforma puede interpretarse como un permiso para matar, no debemos darle la responsabilidad al ciudadano de tomar la justicia por su propia mano. El estado y los municipios deben garantizar la seguridad”, argumentó el morenista.
En 2019, Nuevo León ha vivido un repunte de la violencia, reflejado en el alto número de homicidios dolosos.