En un video, explica que, tras retirar 100,000 pesos y salir de la sucursal, fue abordado por unos hombres que, con pistola en mano, le exigieron que entregara la cifra exacta. Y, aunque iba en compañía de su esposa e hijo, los asaltantes lo golpearon en la cabeza, ocasionándole una herida sangrante.
Acto seguido, Eric regresó a la sucursal, grabando con el celular. Reclamó a la cajera que lo atendió y le dijo que solo ella sabía la cantidad que él había retirado. Afirmó que los asaltantes sabían exactamente cuánto dinero llevaba. Y, por eso, supuso que la empleada de BBVA era cómplice.
“Me dijeron exactamente cuánto llevaba yo en la bolsa (…) Hablas con tus amigos y les dices que me devuelvan mi dinero, porque no fueron 1,000 pesos, fueron 100,000”.
En ese momento, otra empleada del banco, aparentemente la gerente, se acercó a la víctima y le pide que se tranquilice, mientras él afirma que fue ella, la cajera, la cómplice.
“Joven, aquí lo solucionamos (…) Joven, levante su acta ante el ministerio (público), por favor. Todo debe de estar grabado”, le indica otra empleada de la sucursal, tratando de calmar a la víctima.
“Joven, no tenemos forma de comunicar a ellos”, argumenta, refiriéndose a los ladrones. Y explica que los trabajadores del banco tienen la obligación de dejar su celular antes de entrar a laborar.
El afectado narra que la cajera se levantó de su escritorio, dio “varias vueltas” y se ausentó. Pero la encargada de la sucursal le explica que fue para llamarle a ella y solicitarle la autorización de un cambio en la denominación de los billetes que le iban a entregar.
En fiscalía, le niegan el apoyo
Posteriormente, el joven aparece en otro video y cuenta: “Vine a denunciar un robo aquí en la fiscalía, pero me dicen que no me pueden atender, porque traigo esto acá (una herida en la cabeza) y que me vaya yo a checar (…) Y dicen que me vaya yo a atender y ya después me van a dar cita para que ellos puedan hacer mi denuncia”.