Quién es quién en las mentiras dominical
Jorge Bravo, de la AMEDI y especialista en medios de comunicación y derecho a la información, expone en entrevista que no es permisible que se incorporen a un programa pagado por el gobierno temas sobre candidaturas y además sólo una visión.
También señala que la supuesta verificación de temas en vez de la exposición científica de ellos, no es adecuado, como tampoco lo es tratar de interpelar a periodistas cuando se trata de un programa supuestamente dedicado a la unidad nacional.
Incluso, en redes sociales hay personas que han dejado comentarios, unos a favor otros en contra del tono adquirido por el programa: “que está pasando esto ya se volvió una propaganda de los cuatreros (SIC)” se lee en un mensaje y la respuesta: “huele a ardor… mucho ardor!!!… ya trátense ese maldito odio que tienen al progresismo!!” polarización que se ve otros medios de comunicación.
“El problema de una sección de este tipo es que solamente verifica lo que quiere verificar y no lo demás. Ni siquiera sabemos si esto que dicen que verifican está verificado y es realmente correcto y solamente decide verificar algunos aspectos, pero no lo demás”, dice Bravo.
“No es un programa de debate, no es un programa de interpelación a los medios, no es un formato para verificar o desmentir la información, mucho menos para apoyar a una precandidata del partido del gobierno, sino para difundir, como lo ha hecho más de 80 años, información de interés de la sociedad”, insiste.
Consultado sobre la precisión que se hace de datos que se difunden en redes sociales sobre, por ejemplo, que las vacunas no sirven o que hay curas milagrosas de enfermedades, temas de los que ha hablado “Leos”, de formación científica y quien es divulgadora de la ciencia, Bravo anota sus reservas.
“Los medios, las organizaciones que hacen este esta verificación de hechos, tienen una metodología. (Aquí) ni siquiera sabemos cuál es la metodología de La Hora Nacional como por lo menos valorar y saber si es válido lo que hacen”.
Sin embargo, lo que sí pueden hacer y tienen el deber, plantea Bravo, es “dar una información que sea cierta, objetiva, para eso pueden invitar a colaboradores”.
Pero en definitiva –indica- no es el papel de la Hora Nacional “aclarar” información respecto a los candidatos en campaña.
Además si bien sí es su papel dar información oficial y de forma institucional, pues se trata de un programa del gobierno, “no tiene por qué descalificar o decir que otros están mintiendo”.
El especialista en medios Raúl Trejo Delarbre apunta los riesgos de usar estos espacios con un tono y perspectiva partidista:
“Estamos ante la construcción de la suerte de un 'ministerio de la verdad', que es lo que ya hace el presidente López Obrador cada semana en esta sección de las mañaneras que supuestamente aclara contenidos falsos (pero) lo hace sin pruebas”, indica.
“El Estado de ninguna manera tiene atribuciones para establecer qué es cierto y que no de los medios de comunicación”, recalca el investigador de la UNAM, sino que en todo caso es tarea de la academia, de los mismos periodistas, de la sociedad.
Para el académico la proliferación de noticias falsas es una realidad, pero desmentir o rebatir a informaciones periodísticas no es el papel de esa emisión.
“Estamos en una sociedad repleta de versiones distorsionadas y ahora particularmente esto es muy grave por el uso de recursos de inteligencia artificial”.
Pero la aclaración de contenido, sobre todo el publicado en medios, valoró, conlleva una metodología y voces autorizadas.
“En todo el mundo la rectificación de contenidos falsos corre a cargo de periodistas profesionales y de organismos independientes. Me parece absolutamente inaceptable que una entidad del Estado y particularmente en ese caso del gobierno federal se atribuya la tarea de aclarar contenidos que considera falsos porque entonces estamos ante la circunstancia de que el poder político se erige como el que administra licencias o retira permisos para decir la verdad”, dice.
¿Por qué son irregulares los mensajes?
Además del mensaje político-partidista que se emite en una emisión del gobierno como es La Hora Nacional, al mencionar y hablar a nombre de Sheinbaum se estarían configurando diversas irregularidades, de acuerdo a la ley electoral.
Ese hecho podría considerarse incluso un delito electoral, pues lo es el uso de recursos públicos en favor de una aspirante, ya que la emisión multicitada es un programa del gobierno producido con recursos públicos.
El contenido señalado también podría afectar la postulación de Sheinbaum -aunque se deslinde- ya que con los mensajes transmitidos en una producción gubernamental podría acreditarse la aportación indebida de tiempo en radio a favor de la morenista.
Y la Constitución y la ley prohíbe que partidos, candidatos, precandidatos, dirigentes, reciban en cualquier tiempo, haya elecciones o no, en especie o en efectivo, recursos públicos, como lo es el espacio al aire en una emisión gubernamental, o recursos privados, provenientes del extranjero o de entes prohibidos, por ejemplo empresas o iglesias.
Además con las emisiones se vulneró el modelo de comunicación política previsto en la Constitución, misma que da al Instituto Nacional Electoral (INE) la facultad exclusiva de administrar todo mensaje político-electoral que se difunde en radio y televisión, razón por la cual está prohibido que terceros compren (y en consecuencia donen) espacios en esos medios para emitir ese tipo de propaganda.
A esta cadena de anomalías podría sumarse que el uso de recursos públicos con fines electorales puede llegar a considerarse un delito y que ahora, por las reformas promovidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, este se castiga con cárcel.