Recibió el informe el presidente de la mesa directiva de la Cámara, Sergio Gutiérrez Luna, quien de forma extraordinaria goza de un mandato prorrogado de cinco días, ante la falta de acuerdos para que asumiera, desde este 1 de septiembre, como corresponde por ley, un diputado o diputada de la primera minoría, que es Acción Nacional (PAN).
Legisladores de Morena consiguieron su objetivo: impidieron que la oposición tuviera, por ahora, la representación del Congreso y recibiera el primer informe de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El PAN, por tanto, quedó marginado del protocolo de apertura de la nueva Suprema Corte de justicia de la Nación (SCJN) y en Palacio Nacional, en la rendición popular del informe de la presidenta Sheinbaum.
Ese partido, en espera de asumir cuanto antes la mesa directiva, fue conciliador y no encabezó la crítica opositora. No envió a tribuna a ninguna de sus cartas fuertes para el cargo: Kenia López, Federico Döring, Margarita Zavala ni Germán Martínez.
En cambio, fue el Partido Revolucionario Institucional (PRI) el que encabezó la crítica y enardeció los ánimos, pues el senador Alejandro Moreno Cárdenas –contra quien se analiza una solicitud de desafuero—fijó la postura de su partido frente al informe.
Insistió una y otra vez que México se encamina a la dictadura, pues “jamás” se había atacado a los críticos como ahora.
“México está de luto porque ha muerto la justicia en manos de Morena, una Reforma fraudulenta, perniciosa que permitió al partido en el poder elegir a conveniencia a ministros, a jueces, a magistradas para así duplicar la persecución política. Ahora se avecina esa locura de Reforma Electoral”, dijo.
Además, “la siniestra alianza de Morena del Poder Político con el crimen organizado ya ha provocado más muertos que Al-Qaeda, que Sendero Luminoso, que las FARC o que el Estado Islámico”, acusó ante la gritería de Morena y sus aliados, que pidieron un “fuera, fuera” para el priista.
Molestos, diputados y senadores del tricolor salieron del recinto, pero sólo para regresar con bocinas y estruendosas sirenas, para interrumpir la sesión durante casi media hora.
Los coordinadores parlamentarios encabezados por el del PRI, Rubén Moreira, y de Morena, Ricardo Monreal, lograron restablecer la sesión con el compromiso morenista de “respetar” a los priistas.
Pero esta conciliación fue criticada por el expresidente de la mesa directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, señalado por la oposición de actuar parcialmente y callarlos, y quien además el pasado miércoles tuvo un altercado violento con Moreno Cárdenas.
Ahora no cruzaron palabras ni golpes. Pero vía la red social X, expresó su desacuerdo con la “pésima” conducción de Gutiérrez Luna, no haber aplicado el reglamento al PRI por generar desorden, “premiar a los reventadores”, o sea a los tricolores, y haber permitido tomar la palabra al coordinador morenista Monreal.
“Para eso está la presidencia, para resolver la (sic) situaciones como la que se te presentó. Premiar a los reventadores me parece una pésima manera de conducir la asamblea”, censuró.
“Estimado y querido compañero, en ninguna parte del reglamento se prevé una situación atípica como la que aconteció. Ante ello la Presidencia del Congreso debe actuar con serenidad y escuchar el diálogo”, respondió Gutiérrez a Noroña.