Con la conclusión del primer periodo ordinario de la 66 Legislatura y por reglamento, quedaron extintas tres de las 20 iniciativas que el expresidente Andrés Manuel López Obrador propuso el 5 de febrero pasado y de ellas la presidenta Claudia Sheinbaum ya anunció que retomará dos.
Estas son una reforma para establecer en la Constitución que está prohibida la siembra de maíz transgénico en territorio nacional –según declaró la mandataria el pasado lunes 23 de diciembre– y otra electoral.
En el primer caso, afirmó que busca “proteger la biodiversidad y preservar el maíz como un símbolo cultural y alimentario mexicano”, en tanto que el líder de los diputados federales de Morena, Ricardo Monreal, dijo que también planteará que quede vedado el consumo humano de ese producto.
Ambos anuncios se dieron luego de que Estados Unidos ganara el panel de solución de controversias del T-MEC, en el que se concluyó que el decreto presidencial que López Obrador emitió en 2020 para prohibir en México el uso de semilla modificada genéticamente viola el acuerdo comercial y carece de sustento científico.
El 5 de febrero el expresidente propuso al Congreso una iniciativa para prohibir en la Constitución el uso de maíz transgénico para alimentación en el país, pero sólo se avaló el dictamen de esa propuesta y no se sometió a aprobación del pleno.
Hoy esa iniciativa de López Obrador ya perdió vigencia, pues provino de la 65 Legislatura que concluyó en agosto pasado y no fue aprobada por el pleno en el primer periodo de la actual 66 Legislatura, el cual finalizó el 12 de diciembre.
Por eso, para retomar el tema, la presidenta o el Congreso deberán presentar nuevas iniciativas en la materia.
La segunda iniciativa que murió por falta de actividad en la Cámara de Diputados fue la reforma electoral propuesta por el expresidente, misma que no fue ni siquiera dictaminada.
El exmandatario propuso, entre otras cosas, reducir el financiamiento de los partidos a la mitad, recortar de 128 a 64 el número de senadores y de 500 a 300 el de diputados.
En mayo, siendo candidata presidencial, Sheinbaum ofreció impulsarla y, al asumir el cargo, en octubre, la incluyó en sus compromisos con el argumento principal de generar ahorros.
Existe, indica en su documento “100 pasos para la transformación”, la necesidad de una reforma electoral integral.
Su propuesta ocho indica: “Impulsaremos la reforma al sistema electoral que fortalece la democracia participativa, la revocación de mandato, la decisión del pueblo a través de las consultas, la reducción del costo del INE y del Tribunal Electoral y la elección de los consejeros electorales y los magistrados por voto popular”.
El objetivo –agregó– es atender problemáticas “entre ellas está el alto costo de las instituciones electorales como el INE, tribunales electorales y los partidos políticos”.
Además, en su propuesta nueve propuso: “No Reelección. No debe haber reelección a ningún cargo de elección popular a partir de la siguiente elección presidencial del 2030”. El 7 de noviembre pasado Sheinbaum anunció que enviará su iniciativa en 2025.
Otras dos propuestas hechas por el expresidente López Obrador el 5 de febrero se quedaron en el tintero. Una para topar las remuneraciones de los servidores públicos quedó viva y se retomará en 2025 pues el dictamen quedó listo para votación, pero en mesa directiva de la Cámara de Diputados.
La última propuesta que estuvo incluida en el llamado “Plan C” del exmandatario y que quedó “muerta” fue la reforma constitucional en materia de pensiones para personas mayores de 65 años afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Sin embargo, aunque la iniciativa de cambios a la Constitución no fue avalada, el objetivo sí prosperó, pero por la vía de reformas a leyes secundarias y fue la única propuesta de López obrador que entró en vigor en su mandato.
La iniciativa proponía que los trabajadores que han cotizado al IMSS desde el 1 de julio de 1997 recibieran una pensión por vejez igual al monto de la percepción que recibían al retirarse, pero una cifra máxima equivalente al salario promedio registrado en el IMSS (16,777.68 pesos).
Ese objetivo lo logró al aprobarse, entre abril y mayo, reformas a la Ley del Seguro Social, del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, (Infonavit) del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), de los Sistemas de Ahorro para el Retiro (Afores), entre otras, para crear un Fondo de Pensiones del Bienestar con recursos de cuentas inactivas de retirados de más de 70 años.
Con ese Fondo, que entró en vigor el 1 de julio, se dará un “complemento” a la pensión de esos trabajadores, hasta llegar al salario promedio del IMSS.
