La reforma consiste en añadir un nuevo artículo 9 a la Ley de Amnistía para indicar que “por determinación exclusiva de la persona titular del Poder Ejecutivo Federal se podrá otorgar el beneficio de la amnistía de manera directa, sin sujetarse al procedimiento establecido en este ordenamiento, en casos específicos que reúnan las siguientes condiciones”.
Estas son, que la amnistía “se otorgue a personas que aporten elementos comprobables que resulten útiles para conocer la verdad de los hechos en casos que sean relevantes para el Estado Mexicano”.
La segunda condición es que en contra de las personas amnistiadas que se haya ejercido la acción penal, estén siendo procesadas o se encuentren sentenciadas por cualquier delito.
Además la amnistía así concedida “extinguirá las acciones penales y las sanciones impuestas”.
Como ha argumentado el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la discusión Morena expuso que con las enmiendas se busca recibir información para esclarecer casos como la desaparición de estudiantes de Ayotzinapa.
Al inicio de la discusión, al presentar el dictamen en nombre de la Comisión de Justicia, el diputado Antonio de Jesús Madrid, de Morena, aseguró que hay muchos casos sin resolver y señaló a los diputados de oposición de conocer de delitos pero haber hecho “pactos de silencio”.
“Algunos de ustedes temen ser vinculados”, pero con la reforma podrán aportar información, y permitir la pacificación. Y eso no se puede dejar al Poder Judicial pues es corrupto, según dijo.
El también morenista Manuel Vázquez Arellano, quien fue uno de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, aseguró que la oposición "debería pedir perdón y no justicia “ y argumentó que la reforma no busca sacar de prisión a los criminales sino a quienes puedan esclarecer la verdad en casos en los que se violaron derechos.
En el debate, el legislador de Acción Nacional (PAN), Enrique Gerardo Sosa Gutiérrez se hizo acompañar de pancartas con la leyenda “#LeyAbrazoAcrimínales” y advirtió que en un país desangrado “quieren que un solo hombre pueda perdonar cualquier delito a su antojo”, sin respeto a la división de poderes y por encima del Legislativo y Judicial .
“Le están entregando al presidente las llaves de la cárcel y después ya nadie se las va a poder quitar” y los mandatarios podrán hacer uso político de esa facultad o liberar a “sus compas” delincuentes, alertó el panista.
“En un país donde el narco ya financia campañas de muchos de ustedes” hay que limitar esta facultad en el tiempo, “paséennos la aplanadora pero por favor pongamos un límite …que dure un año, siete años, pero no eternamente”, pidió. No fue atendida su propuesta y tampoco ninguna de las 71 reservas presentadas.