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¿En qué va la reducción de la jornada laboral de 40 horas?

La propuesta para reducir de 48 a 40 horas semanales la jornada laboral quedó congelada tras la “recomendación” del presidente Andrés Manuel López Obrador, en diciembre de 2023.
lun 29 abril 2024 04:35 PM
¿En qué va la reducción de la jornada laboral de 40 horas?
Imagen ilustrativa. Un trabajador de limpia tras el término de su jornada, en el Centro Histórico.

La propuesta para reducir de 48 a 40 horas semanales la jornada laboral quedó congelada tras la “recomendación” del presidente Andrés Manuel López Obrador, en diciembre de 2023.

La reforma para la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales no parece que sea aprobada al menos para esta 65 Legislatura que concluye el 31 de agosto, y sólo podría ser retomada por los nuevos diputados y senadores que resulten electos el próximo 2 de junio.

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El jueves pasado, 25 de abril, esa reforma cumplió un año de haberse dictaminado y desde entonces la propuesta ha sido llevada a cuatro procesos de foros y consultas entre los sectores involucrados, sin que se haya podido destrabar.

La propuesta consiste en reformar el artículo 123 de la Constitución para reducir de 48 a 40 horas la jornada laboral de los trabajadores. Para que entre en vigor esta semana de 40 horas y por requerir cambios a la Carta Magna, se necesita mayoría calificada (el voto de dos terceras partes) de las dos cámaras del Congreso y la aprobación de cuando menos 17 congresos estatales.

Morena y sus partidos aliados aún tienen en sus manos la última palabra para someter a votación la reforma este 30 de abril, en que concluye el último periodo ordinario de sesiones de la presente 65 Legislatura.

Pero aunque se aprobara aún hará falta el aval del Senado –que también cerrará sus sesiones el martes 30 de abril– y de la mitad más uno de los congresos estatales, por lo que la propuesta prácticamente quedó congelada.

¿Qué pasó con la semana de 40 horas?

Desde 1997 al menos cinco grupos parlamentarios han propuesto la reducción de la jornada laboral, sin embargo, esta es la ocasión en que ha llegado más lejos: es un dictamen aprobado y listo para votación.

Hasta ahí se quedó ahora, aunque el asunto podría ser retomado por nuevos legisladores a partir del primero de septiembre, en que entra en funciones la 66 Legislatura.

En 2022 fue la primera vez en esta Legislatura que se planteó esa reforma. Primero la propusieron el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano, pero Morena y sus aliados no las tomaron en cuenta. Fue hasta que la presentó la diputada Susana Prieto Terrazas, entonces morenista, que la propuesta cobró impulso.

La propuesta quedó varada, la diputada ya renunció a Morena –el 29 de febrero pasado-, por lo que el partido dejó de tener entre sus prioridades la reducción de la jornada laboral y en medio quedaron dos movimientos, uno que se expresó en las calles y en redes sociales con el hashtag #YoPorLas40Horas y por otro el sector empresarial por impedir los cambios o, en su caso, lograr que fueran graduales.

Mientras, la diputada proponente Prieto Terrazas sigue impulsando su aprobación, con acopio de miles firmas de respaldo, pero ya sin aval morenista. Y ha anunciado que seguirá en la pelea por hacer realidad la reforma, ya sin un cargo, pues para la 66 Legislatura quedó fuera de la posibilidades de reelección pues Morena le retiró su apoyo no la postuló.

La semana de 40 horas, un año en la congeladora

El 25 de abril de 2023, la Comisión de Puntos Constitucionales aprobó por mayoría el dictamen de reformas para hacer posible la semana de 40 horas, con 25 votos de todos los partidos. Pero Acción Nacional (PAN) se abstuvo, supuestamente porque no se admitieron cambios y se hizo dictaminación exprés.

Al día siguiente, 26 de abril, la Cámara de Diputados concluyó el periodo ordinario de sesiones (que se realiza de febrero a abril), por lo que ya no entró a votación del pleno.

El entonces presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) el líder de los legisladores de Morena, Ignacio Mier, explicó que dado que se trata de cambios a la Constitución no había tiempo de que votara el Senado y los congresos estatales, peor ofreció que se aprobaría a fines de 2023.

Así, desde abril de 2023 –cuando se avaló el dictamen– éste ya estaba en la mesa directiva de la Cámara, sólo pendiente para ser agendada la fecha de su votación en el pleno, decisión a cargo de la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos, que integran la mesa directiva y la Jucopo.

Después de haber aprobado en la Comisión el dictamen, la Cámara decidió realizar un Parlamento Abierto para analizar la reducción de la jornada laboral. Este fue del 16 de octubre al 13 de noviembre de 2023, en cinco foros donde participaron organizaciones empresariales, obreras, académicos, pero de los que se ausentó el gobierno federal, pues no acudió nadie en representación de la Secretaría del Trabajo.

Ahí el empresariado expuso su alerta de posibles afectaciones a los empleadores y por tanto a los empleos, pero propuso modular la enmienda para que sólo aplicara en ciertas industrias, de forma escalonada o a cambio de más productividad.

En contraparte, inició un movimiento de organizaciones de trabajadores y activistas que afuera de la sede legislativa y en redes, para exigir “ya” la semana de 40 horas.

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El 14 de noviembre de ese año la Jucopo de la Cámara de Diputados –ya presidida por el panista Jorge Romero Herrera– a la que pertenecen los coordinadores parlamentarios de todas las bancadas, acordó por unanimidad modificar el dictamen sobre la reducción de la jornada laboral.

Fue por eso que el 28 de noviembre la mesa directiva de la Cámara, que preside la diputada priista Marcela Guerra, regresó el dictamen a la comisión dictaminadora para que se realizaran, en su caso, eventuales modificaciones.

El argumento fue “fortalecer su argumentación”, pues se pensó en incluir las observaciones recibidas de la iniciativa privada y establecer que el descanso de 40 horas a la semana se aplicaría de forma gradual.

Sin embargo, ese procedimiento fue cuestionado en esas fechas por Morena, por el retraso que supondría su aprobación y sobre todo porque sólo el pleno camaral puede modificar un dictamen ya votado, así que devolverlo a comisiones para cambiarlo era irregular.

Unos días después, el 1º de diciembre, tras asistir a la inauguración del Aeropuerto Internacional de Tulum “Felipe Carrillo Puerto”, en Quintana Roo, el empresario Carlos Slim rechazó la propuesta de semana laboral de 40 horas, aunque meses atrás había expresado estar a favor.

Afirmó Slim que “era mejor que las personas trabajaran 48 horas y ganaran más”. Pese a ello los diputados de la llamada Cuarta Transformación: Morena, Partido del Trabajo (PT) y Verde (PVEM) se mantuvieron por el sí a la reforma hasta que Palacio Nacional opinó distinto.

Después de esa declaración del empresario, el 5 de diciembre, el presidente López Obrador, quien no había expresado una postura, dijo que a su juicio se requería más discusión y que lo mejor es que se votara después de las elecciones del dos de junio.

Una vez que el presidente dijo eso, los tres partidos obradoristas acataron la “recomendación”, y cesó su interés en votar la reforma. Sin embargo, el 7 de diciembre la Comisión de Puntos Constitucionales regresó el dictamen a la mesa directiva camaral.

En esa instancia pudo haber continuado el proceso y tanto en ella como en la Jucopo y en el pleno de esa Cámara los tres partidos de la “Cuarta Transformación” tienen mayoría para haber impulsado la presentación del dictamen en el pleno.

Y aunque no tienen votos suficientes para reformar la Constitución --como establece el dictamen- el PRI retó a votar y ofreció el aval de sus 71 diputados, con lo que hubieran conseguido mayoría calificada para aprobar la enmienda, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.

Eso no se concretó y el 15 de diciembre concluyó el periodo ordinario y se dejó pendiente el tema para el nuevo año y su periodo ordinario que inició el 1º de febrero de este 2024 y concluirá este 30 de abril.

A fines de 2023 se avaló que una comisión de trabajo en materia de días de descanso laboral analizaría propuestas de cambios y el líder de Morena Ignacio Mier ofreció que en marzo de 2024 ya habría reforma.

Fue hasta la instalación de la comisión de trabajo en materia de días de descanso laboral, el 18 de diciembre, en que acude una representación de gobierno federal. El titular de la Unidad de Enlace de la Secretaría de Gobernación (Segob) con la Cámara, Esteban Martínez Mejía, realizó ahí observaciones a la reforma, en sintonía con la gradualidad que pidió el empresariado.

Luego, el 1º de febrero de 2024 inició un nuevo periodo ordinario de sesiones de la Cámara, y otra oportunidad para avalar la enmienda.

Batean semana de 40 horas

El 5 de febrero pasado, el presidente López Obrador envió a la Cámara un paquete de 20 propuestas de reformas, pero entre las que no se incluyó la de la semana de 40 horas.

Los legisladores convocaron a foros nacionales, cinco regionales y 32 estatales para discutir las propuestas presidenciales, más otro tipo de iniciativas impulsadas por la oposición, entre ellas la de la reducción de la jornada laboral, que por tercera vez fue materia de consultas y debate. Y ninguna de las propuestas fue dictaminada ni registró avance alguno a tiempo, pues 24 horas antes del fin del periodo se presentaron los proyectos de dictamen.

A esa nueva discusión se sumó el acuerdo de la Jucopo aprobado por el pleno el pasado 22 de marzo por el que se pactó un mecanismo para revivir el dictamen.

Se avaló que la comisión de trabajo en materia de días de descanso laboral realizaría un proceso de consultas –un cuarto proceso de discusión-- y enviaría cartas a los organismos integrantes del Consejo Coordinador Empresarial, de la Confederación de Cámaras de Comercio y otros organismos de representación laboral, empresarial y productiva del país para recibir sus opiniones.

Esa vía fue sugerida por el coordinador de la bancada del PRI, Rubén Moreira, con el propósito no se quedara congelado el asunto hasta después de las elecciones, como sugirió el presidente López Obrador, y el objetivo era incorporar propuestas para elaborar una reserva única.

Al final se pretendía que, al someter al pleno la votación del dictamen, y dado que este sólo puede modificarse por la plenaria, ésta incorporara las modificaciones demandadas por el sector empresarial en una sola reserva de consenso que aprobarían todas las bancadas.

Eso no funcionó. Según el acuerdo, “la comisión de trabajo en materia de días de descanso laboral concluirá su función con la presentación de las reservas establecidas en el acuerdo sexto durante el mes de marzo de 2024”.

Hoy el dictamen y las reservas propuestas siguen sin presentarse a votación del pleno de los diputados. Pero este lunes, previo a la conclusión del periodo se circuló la propuesta de reserva y Mier Velazco (Morena) incluso dijo que es probable un periodo extraordinario, lo que sin embargo no es suficiente para que transite una reforma constitucional.
Así, se quedó nuevamente estancada la reducción de la jornada laboral, quizá para una nueva Legislatura, dado que por los desencuentros entre las fuerzas políticas hoy en campaña, y por requerir que sesionen y voten su aprobación el Senado y congresos estatales –que también entrarán a receso a partir del 1º de mayo- no hay condiciones para que sea aprobada y entre en vigor la semana de 40 horas.

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