Esto, explica el politólogo, es porque la reelección está prevista para que los ciudadanos valoren el trabajo de sus legisladores, pero no es lo mismo un diputado que fue electo por un distrito ahora busque representar a toda una circunscripción (que contempla de cuatro a ocho entidades)… no son los mismos representados.
De acuerdo con las reglas del INE, en el caso de los senadores éstos deben postularse por la misma entidad. Pero los de lista nacional (plurinominales) sí podrían optar por un cambio de principio por el que fueron electos.
Otra de las reglas previstas por el INE establece que los aspirantes a reelegirse podrán anotarse sólo por el mismo partido por el que ganaron la elección pasada o por cualquiera de los partidos aliados que los postularon.
Podrán anotarse por partido distinto sólo que hayan renunciado a su partido original antes de la mitad de su mandato; es decir, hasta el 31 de agosto de 2021 para el caso de las senadurías y, hasta el 28 de febrero de 2023 para las diputaciones.
Si un legislador que busca reelegirse llegó al cargo por un partido que perdió el registro, podrá buscar el registro de cualquier otra fuerza.
“Esto es entendible por la desaparición de partidos, por ejemplo Encuentro Social (PES), que tiene bancada en el Senado", explica Medina Torres.
Los legisladores que llegaron como externos al Congreso –sin ser militantes de la fuerza que los postuló, indica la regla–, deberán ser postulados por el mismo partido o sus coaligados.
Y si buscan ser candidatos de otro partido aplica la misma medida: debieron desvincularse en 2021 si son senadores o en agosto pasado si son diputados.
Los que son legisladores propietarios y quieren ser suplentes o viceversa, los que están de licencia o fueron suplentes que ejercieron mientras su compañero de fórmula estuvo ausente podrán ser abanderados a reelección con otra persona.
Legisladores en campaña, pero fiscalizados
Otro foco para estos procesos de reelección será el de los gastos que realicen los que quieran reelegirse. En noviembre de 2020, previo los comicios federales de 2021, el INE preparó unos lineamientos que buscaban que los diputados, que en ese proceso se reelegirían por primera vez, se separaran del cargo 60 días antes de la elección, lo que implicaba no contar con el personal y recursos legislativos a cargo.
Pero de manera exprés, el 26 de noviembre –y ahí sí con acuerdo de todas las bancadas de la Cámara de Diputados– se aprobaron unos lineamientos para establecer que era opcional dejar o no la curul y expresar por escrito su renuncia temporal a los apoyos económicos a que tenían derecho.
Pese a esa autorregulación el 7 de diciembre el INE emitió un acuerdo en el que finalmente sí previó la permanencia en los cargos.
Pero para fiscalizar los recursos de los diputados que buscarían la reelección les obligaba a reportar domicilios, teléfonos, cuentas de correo electrónico de los módulos de atención ciudadana u oficinas de gestión, e incluso relación del personal a cargo, con el fin de dar seguimiento a los recursos materiales y humanos.
Sin embargo, el Tribunal Electoral revocó esa parte, por ser “intrusiva” del funcionamiento de la Cámara de Diputados y de la actuación de sus integrantes.
Así, este 2024, de nuevo sin reglas específicas, el INE incluyó los temas, aunque “de manera muy laxa”, de acuerdo a Medina Torres, el experto de la UAM, pues en esencia se reproduce lo que ya existe.
Por ejemplo, aunque de manera genérica puede entenderse que también se vigilará que no se usen recursos humanos, no hay nada específico:
“Y el personal a cargo suelen no ser pocas personas; un legislador puede incluso tener un staff de hasta 30 o más personas”, indica Medina.