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En el Senado no habrá fast track de la reforma electoral, lo impiden las reglas

Diputados y senadores de la llamada 4T tratan de coordinarse para sacar en ambas cámaras, y en tres sesiones, la reforma electoral del presidente López Obrador.
lun 12 diciembre 2022 12:09 PM
El secretario de Gobernación se reúne con senadores
Este lunes, el secretario de Gobernación se reunió este lunes 12 de diciembre con senadores para avanzar el trámite de la reforma electoral.

A toda velocidad, el martes y miércoles de esta semana quedará aprobado, con modificaciones, el Plan B de la reforma electoral propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero a diferencia de la Cámara de Diputados, en el Senado existen candados, por lo que el aval será veloz pero no a ritmo de fast track.

Ante la opinión pública el Senado legisla con mayor análisis, no de forma exprés como la Cámara de Diputados y el mismo presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, anticipó que hubo presiones para legislar sin discusión, pero “de manera firme me opuse a que fuera aprobada por la vía rápida”.

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Sin embargo, no es la decisión de un senador, sino que hay dos razones que impiden al Senado dar la misma celeridad de los diputados: Morena y sus aliados carecen de la mayoría calificada en la Cámara alta y en ésta el Reglamento tiene más requisitos para poder hacerlo exprés, lo que hace más complicado aplicar esa fórmula.

La diferencia es que en la Cámara de Diputados basta mayoría simple de los diputados, pero en el Senado se requiere de mayoría calificada; eso para que un asunto se considere de urgente u obvia resolución, término que significa someter a discusión y votación inmediata, sin mayor trámite, como lo sería enviarlo a comisiones para que analice, realice foros o discuta internamente, según el caso.

Y Morena, junto con el Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde (PVEM) suman 276 votos en la Cámara, por lo que superan con creces votaciones de mayoría simple (251), es decir, la mitad más uno de los votos de los 500 diputados.

Por eso es que con facilidad ha sacado adelante y rápidamente, temas del interés del presidente Andrés Manuel López Obrador.

La reforma electoral, que modificó 5 leyes y creó una nueva, fue propuesta por el mandatario el pasado martes 6 de diciembre a medio día. Por la noche fue presentada al pleno, que avaló el trámite urgente, evadió debate en comisiones, y los casi 450 artículos fueron modificados poco después de las 3 de la mañana del miércoles 7 de este mismo mes.

Lo mismo ha ocurrido en otros casos. El 30 de agosto el presidente envió a la Cámara su iniciativa para que la Guardia Nacional quedara adscrita administrativa y operativamente a la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena).

Se presentó a discusión y se dio luz verde a su análisis exprés el día 2 de septiembre, por lo que durante la madrugada del sábado 3 de septiembre la reforma fue avalada, en menos de un día.

El 6 de octubre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) propuso reformas a la Constitución para ampliar el uso de las fuerzas armadas en tareas de seguridad. Dado el acuerdo PRI-Morena y sus aliados, se dio luz verde al trámite exprés gracias a la mayoría calificada que suman, y en unas horas se aprobó.

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El Senado, lento pero seguro

Y en el Senado, las reglas exigen mayoría calificada para alcanzar esa velocidad.

El artículo 108 del reglamento establece la figura de moción de urgente resolución, misma que tiene por objeto poner un asunto a debate y, en su caso, a votación del Pleno sin pasar a comisiones para su dictamen previo.

“La moción de urgente resolución es resuelta por el voto aprobatorio de las dos terceras partes de los senadores presentes” y además no puede ser invocada tratándose de reformas o adiciones a la Constitución, diferencia que también distingue al Senado de la Cámara de Diputados.

Pero se debe aprobar las dos terceras partes de los senadores presentes. Por eso, si acuden los 128 se requieren al menos 85 legisladores.

Pero Morena, PT y PVEM reúnen apenas 76 senadores y es por eso que la cuarta transformación en el Senado no ha podido legislar a la velocidad de los diputados.

Pero aunque los senadores no puedan aplicar el fast track tan fácilmente, diputados y senadores de la llamada cuarta transformación sí se han coordinado para sacar en ambas cámaras, y en un promedio de tres sesiones, las reformas del interés presidencial.

El récord hasta ahora -en casos controversiales- es la Ley Minera. El 18 abril el presidente envió su iniciativa de cambios a esa norma secundaria, luego de que no pasó su reforma eléctrica, y con el fin de reservar para el Estado mexicano la explotación y aprovechamiento del litio.

Esa reforma superó ambas cámaras del Congreso en solo dos días, pues el mismo día que la envió el presidente López Obrador los diputados la aprobaron, la remitieron al Senado, y al día siguiente éste la dictaminó a favor y la aprobó en el pleno camaral.

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