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Parlamento Abierto sobre reforma electoral: el "chapulineo" debe ser regulado

Analistas coincidieron en que la sobrerrepresentación persistirá en la medida en que perviva el transfuguismo legislativo.
mié 10 agosto 2022 02:26 PM
(Sesión ordinaria de la Cámara de Diputados)
La modificación en materia electoral que propone el presidente Andrés Manuel López Obrador implica reducir las diputaciones de 500 a 300 y las senadurías de 128 a 96.

Los problemas de representatividad de los legisladores, su ausencia de trabajo o lo oneroso que son para el país no se resolverá con la reforma electoral que propone el presidente Andrés Manuel López Obrador, consideraron analistas, quienes plantearon en cambio, como una reforma necesaria, regular el “chapulineo” o transfuguismo de legisladores.

En el Parlamento Abierto sobre la reforma electoral convocado por la Cámara de Diputados se analizó la sobre y subrepresentación legislativa, temas en los que el primer mandatario propone eliminar las diputaciones y senadurías de representación proporcional, y que solo haya legisladores de mayoría; es decir, transitar de un sistema mixto de representación a uno de representación proporcional pura.

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De prosperar la iniciativa de López Obrador se reduciría de 500 a 300 los integrantes en la Cámara de Diputados y de 128 a 96 la de senadores, modificación que por sí sola sería una reforma política, valoraron, pues modificaría el sistema de representación vigente.

De paso se modificaría el llamado candado de sobrerrepresentación, establecido en la Constitución y que marca que en ningún caso un partido puede tener diputados por ambos principios (de mayoría o representación proporcional) que excedan 8% a su porcentaje de votación nacional emitida.

En debate transmitido en el Canal del Congreso, se abordó cómo en 2012 el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y entonces el Partido Verde (PVEM) se sobrerrepresentó gracias al chapulineo una vez instalada la Cámara de Diputados, lo que hizo crecer la bancada tricolor, y en los hechos rebasar el 8% de sobrerrepresentación máxima permitida en la Constitución. Ambos partidos repitieron la fórmula en 2015.

Lo mismo hizo Morena en 2018 con sus aliados del Partido del Trabajo y Encuentro Social (PES), vía transfuguismo de estos partidos, más legisladores del Partido Verde Ecologista de México (que era aliado del PRI), con el fin de hacerse de la mayoría que permitiera al llamado bloque de la llamada "Cuarta Transformación" tener mayoría calificada (dos terceras partes de la Cámara) para controlar los órganos de gobierno de esa Cámara y poder reformar la Constitución.

Por tanto, valoró la especialista en derecho electoral por la UNAM, Sara Pérez Rojas, quien ha sido representante del Panal y PT ante organismos electorales, "lo que se debería regular es el trasfuguismo o chapulineo de legisladores".

“Podríamos analizar fórmulas para lograr una representación lo más fiel posible pero el cambio constante (de curul) desnaturaliza cualquier tipo de fórmula que pueda implementarse” para evitar que un partido tenga sobrerrepresentación mayor al 8% permitido.

Propuso transitar a una regulación que establezca la responsabilidad y vinculación permanente de los legisladores al partido político por el que llegan al cargo, por lo que propuso analizar fórmulas para evitar el chapulineo.

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Jesús Ricardo fuentes Rodríguez, exasesor de Morena en el Senado, propuso poner límites a esas prácticas de trasfuguismo “para moderar un poco este desorden” que hay.

“La propuesta es si se puede cambiar pero antes de que inicie un periodo ordinario de sesiones y puede cambiar de nuevo hasta el siguiente periodo de sesiones, de lo contrario hoy son de un partido y cambian de otro”.

Recordó que no sólo en 2012 y 2018 se ha dado el "chapulineo" para tener mayorías, sino que en 2021 cuando se iba a cambiar la mesa directiva “se movieron de un partido a otro no para obtener una comisión sino la mesa directiva, era un movedero de diputados”, lo que se acotó en el Congreso de la ciudad de México, en el que se estableció que un legislador puede cambiar al instalarse la Legislatura y ya, pero a lo largo de esta ya no, “acá no, se cambian tres cuatro veces”.

Javier Aparicio, académico del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), consideró que la propuesta del presidente es favorable la propuesta pues hace más proporcional el Congreso al generar representación pura.

Pero repudió que se ponga en desventaja a las entidades con menos ciudadanos, pues les reducirá curules, y desde la Federación se proponga ordenar a los congresos locales reducir sus diputados de manera arbitraria, con el argumento de la austeridad.

“Hay muchas cosas que no nos gustan de los congresos, que si no legislan, que si sólo le hacen caso al líder de bancada, que las comisiones no sesionan, y esas cosas no tienen que ver con el número de sillas ni con la forma de elegirlos, sino con rendición de cuentas y el sistema de partidos”, acotó.

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Ahora se propone que todos sean electos por mayoría, el problema es que “el que se gana, se lleva todo, aunque sea por un voto y por tanto genera sobrerrepresentación” pues no habrá posibilidad de que las minorías queden representadas, como hoy, vía representación plurinominal.

El objetivo debiera ser que el número de curules de cada partido se asemeje al número de votos que tiene y represente la pluralidad de la sociedad, por eso se creó un sistema mixto, de legisladores de mayoría y plurinominales.

Aun así, reconoció, vía trasfuguismo los partidos vulneran las reglas y se sobrerrepresentan. “En 1994 hubo sobrerrepresentación de 10% y fue un escándalo. El PRI tuvo 59% de votos y 60% de curules. En 2018 (Morena) tuvo 46% de votos y 61% de curules, sigue habiendo un sesgo mayoritario”, expresó.

Alejandro Romero Millán, experto electoral, exasesor del Instituto Electoral de la Ciudad de México y representante del Colegio Mexicano de Abogados, consideró que el sistema actual es funcional y no debiera cambiar, pues permite equilibrios, el acceso a minorías y al final corrige distorsiones.

El ejemplo es que en 2018 Morena tuvo 85 diputados de representación proporcional y 162 de mayoría relativa, “es decir, ganó en tierra, con votación de 38.82%”. El Instituto Nacional Electoral (INE) generó un elemento para evitar la distorsión y funcionó.

En 2021, Morena tuvo 38.12% de los votos, es decir, obtuvo 0.62% menos, y se le disminuyó a 76 diputaciones de representación proporcional. En realidad la distorsión no era tan grave”, valoró.

El problema es que el TEPJF permitió al PRI en 2012 postular bajo siglas de otros partidos coaligados a sus candidatos, mismos que al instalarse la legislatura regresaron al partido y engrosaron su bancada, lo que generó subrerrepresentación. Ese criterio con “falta de prospectiva sobre el futuro” lo empleó Morena en 2018.

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