Este miércoles en sesión de Congreso General el Poder Legislativo recibió el informe presidencial y la oposición, que llegó con nueva fuerza a la Cámara de Diputados, acusó en diversos tonos que el gobierno ya fracasó, y en todo.
Eso encendió los ánimos de la 4 T legislativa: Morena, Partido del Trabajo (PT), Partido Verde (PVEM), más la bancada de Encuentro Social (PES) en el Senado, que a gritos o con la cantaleta “es un honor estar con Obrador”, respondió a las críticas.
El PRI no se venderá, prometen
La Cámara de Diputados en la nueva Legislatura tendrá 278 diputados de la 4T (55.6% de la Cámara). Tres de cuatro partidos de oposición contarán con 199 diputados (39.8%) de Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD).
Con esos números y con vista al futuro, la oposición prometió poner freno y contener reformas constitucionales, sin ceder ante el presidente López Obrador.
Y para despejar dudas, el líder nacional del PRI y nuevo diputado federal, Alejandro Moreno Cárdenas, ofreció fidelidad al bloque opositor y se desmarcó de Morena y de votar con el obradorismo.
“El PRI que les quede claro, ni se vende, ni se quiebra ni se dobla, aquí estaremos en el debate. El PRI tiene rumbo y tiene palabra”, aseguró.
“No recibimos órdenes de nadie, no nos subordinamos a nadie, no obedecemos a ningún presidente de la República, ni presente, ni pasado en este país”, aseguró.
Pero Moreno Cárdenas, séptimo orador, apenas motivó las reacciones de la bancada oficialista de Morena, que casi de manera dócil escuchó las críticas: el gobierno va a la deriva, está extraviado y sin rumbo, hay “una conducción errática y un gobierno ausente”.
Antes, la audiencia también dejó pasar invicto al senador sin partido Emilio Álvarez Icaza Longoria, quien acusó “quien siembra la polarización cosecha conflicto y violencia” por lo que llamó al presidente a la conciliación: “urge un jefe de Estado y no un jefe de campaña permanente”.
En cambio, contra el coordinador del PRD, Luis Ángel Espinosa Cházaro y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, el enojo morenista fue evidente.
“Este gobierno insiste atrincherarse en obras faraónicas y en programas sociales para tener clientela electoral”, acusó el perredista, y comenzaron los gritos e interrupciones para frenar su perorata.
“Morena ya no puede hablar de esperanza, de cambio, de futuro, de paz”, advirtió Álvarez Máynez “¿Cómo hablar de honestidad valiente después de Pío o de Martín López Obrador? Hoy se hacen más asignaciones directas incluso que en el corruptísimo gobierno de Enrique Peña Nieto”.
López Obrador “se comportó como un presidente más de la mafia del poder”, acusó ante una audiencia de diputados y senadores morenistas, que ya enardecidos trataron de contener al emecista.
En defensa del presidente, en cambio, Gerardo Fernández Noroña, del PT, acusó el plan “vil y canalla” de la oposición, de sacar lucro con las victimas del COVID.
“Ustedes son bloque de destrucción, corrupción, ¡partida de vendepatriaaas!”, dijo el petista, asumiéndose como parte del gobierno de Morena.
“Se les olvida que ustedes no mandaaan“, atizó a la oposición. “¡Ni partido tienes! No tienen registro”, le respondió una voz anónima.