El petista Gerardo Fernández Noroña acusó que hubo una operación de Estado para imponer en la mesa a Sauri. Aseguró que hay división de poderes y que la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, no tenía por qué intervenir en este asunto.
Fernández Noroña, quien aspiraba a presidir San Lázaro, dijo esto en referencia a una nota del diario El Universal que expuso que el diputado morenista Mario Delgado y Sánchez Cordero impulsaron a Sauri a cambio de que no se promovieran controversias constitucionales.
Delgado, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), rechazó cualquier señalamiento y aseguró que el presidente Andrés Manuel López Obrador respeta la autonomía del Poder Legislativo.
"En Morena no se nos olvida a qué venimos a la Cámara: a regenerar la vida pública", dijo. "Aquí manda la mayoría y está muy claro quién es mayoría".
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En su exposición, el priista René Juárez Cisneros, líder de la bancada, señaló que "civilidad no es sinónimo de debilidad", y que quien presida la mesa debe tener serenidad y prudencia y actuar con apego a la ley.
"No nos mueve la obsesión por un cargo, exigimos lo que por derecho nos corresponde", dijo.
En respuesta, en varias ocasiones legisladores de otras bancadas lo interrumpieron con un conteo hasta el 43, en referencia a los estudiantes de Ayotzinapa.