Los legisladores de Morena han impulsado polémicas reformas en los congresos federal y estatales —algunas con éxito y otras sin él—, para poder dar o alargar cargos haciendo uso de sus mayorías y de sus aliados.
La última de ellas es la fallida reforma con la que pretendía conservar la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, que no prosperó tras los reclamos de la oposición y la renuncia de Porfirio Muñoz Ledo a su pretensión de quedar al frente del órgano. Y aunque esa reforma no se materializó, existen otras que sí, con o sin respaldo público del fundador de Morena y hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, quien sostiene que no interviene en las decisiones de su partido y ha rechazado la creación de "leyes a modo".
"No se debe modificar la ley en función de intereses personales o de grupos, no se puede retorcer la ley, no se puede hacer la ley a la medida, independientemente de dónde suceda", dijo apenas este miércoles en su conferencia mañanera.