Tras la firma de un acuerdo con Airbnb, Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la capital mexicana, recibió críticas y cuestionamientos al impulsar desde Gobierno capitalino la llegada de los llamados ‘nómadas digitales’, cuya presencia ha llevado al encarecimiento de la vivienda en algunas zonas e incluso la expulsión de residentes para ofrecer esos espacios en Airbnb.
En diciembre, dos meses después de anunciar el convenio, la mandataria dio un golpe de timón al dar a conocer que está en proceso la creación de una propuesta para regular la operación de la plataforma en la capital, tomando como punto de referencia el modelo aplicado en Barcelona, España, por la alcaldesa Ada Colau.
“Ella nos va enviar toda la información de cómo se hizo en Barcelona y estamos contactando a otras ciudades que han regulado estas plataformas digitales, pues para evitar mayor gentrificación o elevación de costos y, al mismo tiempo, seguir recibiendo turismo en la ciudad”, señaló el 29 de diciembre en conferencia de prensa.
En Barcelona, la alcaldesa Ada Colau ha emprendido desde 2015 una batalla por regular la vivienda, en especial las rentas de corta estancia, en la cual la plataforma Airbnb se ha destacado como protagonista.
La ciudad Española tenía apenas 81 Viviendas de Uso Turístico (VUT) en 2005, sin embargo, para 2014 se había incrementado a 9,606 y el último registro de 2021 contabilizaba 9,434, según reporta el CEAT y el Observatorio del Turismo del Ayuntamiento de Barcelona.
En Ciudad de México hay actualmente 22,948 espacios ofrecidos a través de Airbnb, de los cuales 14,118 son casas o departamentos completos (61.5%) y 8,316 son habitaciones privadas (36.2%), de acuerdo con la plataforma independiente Inside Airbnb.