"Si le llega algún patógeno que tal vez, si estuviera en muy buenas condiciones el árbol podría soportar, al estar ya estresado por todos los otros factores es más susceptible a enfermarse y tal vez no recuperarse de esa plaga o enfermedad”, explica en entrevista con Expansión Política.
Para la especialista en biología de árboles el problema surge de la falta de planeación para elegir qué ejemplares se plantarán en la ciudad. A esto se suman factores como la humedad, el riego, la radiación solar, el poco suelo disponible y sus características, como la contaminación por químicos o desechos.
Ahora estamos con muérdago, con gusano barrenador o descortezador (...) pero no vemos que la autoridad haga algo”.
Francisco Guerra, arquitecto y representante vecinal
Una de las plagas más comunes en la ciudad es el muérdago, el cual parece a simple vista una enredadera en la copa de los árboles, sin embargo, se trata de una planta parasitaria que seca el árbol que habita hasta la muerte. Esta plaga ha matado unos 100,000 árboles en los últimos cinco años, de acuerdo con la Sedema.
Olalde Omaña indica que se ha intentado controlar el muérdago con productos químicos, sin gran éxito.
“Si aplicas un producto que mate las plantas, ese muérdago está arriba de un árbol que también es una planta, entonces fácilmente se puede afectar al árbol”, comenta.
La mejor estrategia para su manejo son las podas controladas, las cuales requieren de personal capacitado y deben ser realizadas en repetidas ocasiones, pues es frecuente que el muérdago surja de nuevo en un año.