Pero ¿cuáles son los ejemplares que están considerados para sustituir a la Palma, de dónde son endémicos y qué cuidados necesitan? Te explicamos.
En total hay siete opciones y una opción abierta en la que las y los ciudadanos pueden sugerir algún otro tipo de ejemplar.
Palma Canaria: 66,039 votos
Este ejemplar es igual al que fue retirado. La palmera canaria requiere mucho espacio, pero es una de las palmeras que más se usa en jardinería. En promedio crecen de 10 a 19 metros de altura.
Desde el año 2005, las palmeras canarias de diversas partes del mundo están siendo afectadas por una grave plaga de picudos rojos. En la Ciudad de México no se ha detectado esta plaga, aunque sí es víctima de los hongos.
Cuidados: Las raíces necesitan suficiente oxígeno para mantenerse saludables. Además de que se deben de plantar en un sitio que ofrezca un buen drenaje. Necesitan de recibir los plenos rayos de Sol, aunque pueden tolerar un poco de sombra. Los suelos fértiles o arenosos promueven un mejor crecimiento.
Ahuehuete: 71,055 votos
Es un árbol de enormes troncos y hojas pequeñas y suaves. Puede vivir hasta 3,000 años. Hay ejemplares del ahuehuete en el Bosque de Chapultepec, Xochimilco, Azcapotzalco y en la Glorieta de la Diana Cazadora.
Aunque este ejemplar no necesita poda sí requiere de cuidados como riegos regulares durante todo el año de forma que la tierra permanezca ligeramente húmeda.
Abonar con fertilizante orgánico y mineral previamente a la plantación en su lugar definitivo y una vez al año con estiércol. No necesitan poda y resisten bien la contaminación de grandes ciudades. Necesita de los rayos plenos de Sol y temperaturas altas, aunque es capaz de resistir alguna helada, pero no muy intensa.
Jacaranda: 22,152 votos
Este árbol que llena de color morado por sus flores las calles y avenidas de la Ciudad de México, es originaria del sur de América, pero se adaptó muy bien a las condiciones de la capital. Pueden vivir más de 100 años, y llegan a medir hasta 30 metros de altura.
Requiere espacios amplios como camellones, parques, plazas y la Glorieta de Paseo de la Reforma.
Algunas jacarandás pueden tolerar el frío ocasional (hasta -6º C), pero en general, esta especie no prospera en climas con frecuentes heladas, por lo que sí es apta en la Ciudad de México en donde la mayor parte del año el clima es templado.
Les gusta mucho el sol y la humedad. Estos árboles necesitan una humedad constante durante todo el año y a menudo requieren un riego adicional durante los periodos de mucho calor.
Ceiba: 10,241 votos
Crecen muy rápido y los consideran gigantescos porque pueden medir hasta 70 metros de altura. Requieren de amplios espacios como camellones, plazas, y la Glorieta de Paseo de la Reforma.
El gobierno de la Ciudad de México detalla que aunque no hay muchos ejemplares en la CDMX, los existentes han tenido un buen desarrollo.
Árbol de la Manita: 7,944 votos
Existe una leyenda prehispánica que dice que sus cinco estambres rojos son la mano de una princesa mexica. También tiene un valor estético, por eso lo plantaron para adornar los jardines de la Gran Tenochtitlán.
Su distribución natural es muy rara en el sureste del país, incluso está en la lista de la Semarnat de especies a proteger. Se han identificado ejemplares en Toluca, Michoacán y uno en el Jardín Botánico de Ciudad Universitaria.
Puede alcanzar hasta 30 metros de altura. Atrae especies polinizadoras como murciélagos y aves. Además permite la retención de suelo y agua.
Expertos consideran que puede desarrollarse perfectamente en la Glorieta de Reforma.
Fresno: 5,289 votos
Estos árboles crecen rápido, pueden alcanzar una altura de 20 metros. Llega a vivir entre 80 y 100 años. Requiere espacios amplios como camellones, parques, plazas y la Glorieta de Paseo de la Reforma.
Necesita mucho riego ya que el suelo debe estar siempre húmedo y fresquito. En cuanto a la luz necesaria, necesita poca cada día y sin recibir los rayos directamente, más bien le gusta estar a la sombra. No tolera el fuerte viento.
Es muy resistente a temperaturas frías y hasta a las heladas pero no soporta los climas que son muy calurosos o secos. El suelo que mejor le sienta es el que es fértil, húmedo y fresco.