Apenas cuatro días después de que se estrenaran los 65 nuevos camiones del Corredor de Transporte Legaria, cuyo banderazo de salida estuvo a cargo de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, persisten los problemas para los usuarios.
Paradas en puntos de riesgo, retrasos en la salida de los camiones y falta de información sobre las nuevas opciones de pago son algunas de las dificultades que han padecido los usuarios.
Martha Leticia González se encontró este lunes con la sorpresa de los nuevos camiones, los cuales sustituyeron a 173 microbuses de las Rutas 17 y 28 que corrían por Calzada Legaria, algunas de las cuales tenían hasta 31 años de antigüedad.
Otra sorpresa fue que tuvo que pagar dos pesos más por cada pasaje, un total de ocho pesos más al día pues toma este camión dos veces diario para ir y regresar de San Pedro Xalpa junto a su nieta; además, desconocía que ahora puede pagar con la tarjeta de Movilidad Integrada, la misma que se usa en el Metro y Metrobús.
“En el camión en el que venía sí ya trae la máquina pero no sabía que era para pagar con tarjeta, yo sí la ocupo porque luego no traigo cambio y le tengo que echar de más.
“Me parece bien el servicio pero sí nos subieron dos pesitos más y luego también si no traemos cambio hay que echarle de más, yo por ejemplo como pago dos luego de echo 15 pesos”, comenta.
Los nuevos camiones siguen peleando con los microbuses y combis, además de dejar a los pasajeros sobre el segundo carril al llegar a su destino cerca del Metro Tacubaya, en lugar de entrar a una bahía disponible para los camiones.
“Los micros ahí también nos dejaban, pensé que ahora nos iban a dejar aquí en las bahías que sería mejor pero no. Nos dejan en la esquina, luego pasan las motos bien rápido, yo siento que está peligroso porque qué tal si un día –Dios no lo quiera– nos agarran.
“Creo que estos camiones deben tener un poco de prudencia para dejarnos en un lugar más adecuado”, señaló Martha.
Durante la presentación la jefa de Gobierno destacó que el cambio en el corredor no sólo consistía en sacar de circulación de los viejos microbuses, sino también el monitoreo de las unidades a través de dispositivos GPS, mejorar la seguridad con cámaras al interior de las unidades y dar capacitación a los conductores.
Osvaldo Lira toma todos los días el camión que corre de Tacuba a San Isidro. Desde el estreno de las nuevas unidades, también ha tenido que esperar hasta 15 minutos para la salida de la unidad.
“Me ha afectado en mi trabajo porque he llegado tarde, dan bonos de puntualidad pero ya perdí un por estos retrasos. Ahora esperan hasta que se llene, antes uno se subía y salía más rápido”, comenta.
El joven considera una buena opción el pago con tarjeta, pero al subir a la unidad tampoco sabía la función de las maquinas instaladas; además los choferes continúan ignorando las paradas designadas: “siguen en lo mismo, te bajan en donde quieren”, señala.
Las nuevas unidades corren en cuatro rutas:
