Hace 15 años Eric Ruiz quería un empleo seguro y decidió cambiar el volante de una unidad del transporte público por una pistola, unas esposas y un uniforme.
En estos tres lustros como policía siempre lo ha acompañado una frase: salgo de casa sin saber si voy a regresar. Ahora, en tiempos de COVID-19. considera que esto toma más fuerza porque no sabe si será contagiado mientras realiza su labor en la segunda alcaldía con más contagios de la Ciudad de México: la Gustavo A. Madero.
En entrevista con Expansión Política, el policía preventivo capitalino afirma que, si antes consideraba que su profesión era de alto riesgo, hoy lo es más pues está expuesto, sobre todo porque la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, no les brinda más que un par de guantes y un cubrebocas para una jornada de más de 13 horas por día.
Aunque recuerda que le tocó enfrentar la de la influenza AH1N1, nunca imaginó vivir una situación como la que ha originado la pandemia de coronavirus que a nivel mundial ha contagiado a 4.7 millones de personas y en México a más de 50,000.
Al tener en gremio a compañeros contagiados, Eric Ruiz comenta que ha tomado sus propias medidas para mantenerse a salvo de algún contagio, porque al estar en contacto con la población con pocos insumos el miedo lo acompaña en cada jornada laboral: llevar el virus a su casa y contagiar a su esposa e hijos.
“Hay temor de todos los elementos de seguridad por contagiarnos de ese virus. Sea como sea tenemos que convivir con personas, algunas personas nos piden que pasemos a ver la situación en la que se encuentran cuando reportan que están enfermas. El temor de uno como policía es ir a ese lugar, ese virus, sin saber si la persona ya está contagiada o es otra enfermedad”, compartió.
La Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México he reportado la defunción de tres policías capitalinos.
No tenemos el equipo necesario. Nos dieron cubrebocas, guantes y careta, pero el problema es que la careta es de mala calidad, también los cubrebocas no son los adecuados, son los que venden en farmacias comunes y los guantes se rompen”.
Eric Ruiz señala que, a pesar de estar más de 12 horas en labores de vigilancia, solo se les proporciona un cubrebocas, por lo que él ha decido gastar parte de su sueldo para insumos de protección como gel antibacterial, más cubrebocas y alcohol en aerosol.
Asegura que también opta por mantener la sana distancia con los ciudadanos, sin embargo, este alejamiento físico no es bien tomado por las personas que incluso le han reclamado al considerar que los discriminan por estar contaminados con COVID-19.
Todos los días antes de regresar a casa, Eric se rocía de antibacterial de pies a cabeza y en cuanto entra a casa, directamente se va al baño para evitar contagiar a su esposa y dos hijos.
"Preocupa ver que la gente se ha relajado ante COVID-19"
Durante los años que ha sido policía, a Eric le ha tocado patrullar por diferentes zonas de la ciudad entre estas Iztapalapa y ahora Gustavo A. Madero, zonas que hoy concentran el mayor número de contagios.
Reconoce que es frustrante ver que hay ciudadanos escépticos al coronavirus, pese a que esa cepa descubierta en la ciudad asiática Wuhan ha causado ya miles de muertes en la CDMX y también ver que hay capitalinos que han relajado las medidas de prevención.
“Mucha gente dice que no existe, eso es como lo del 'chupacabras' o algunos lo toman como broma. Hay otra gente que sale a la calle sin cubrebocas, sin protección porque dicen que no pasa nada, que es un invento del gobierno”, sostuvo.
Como policía preventivo también le corresponde patrullar las calles con el mensaje quédate en casa, aunque hay en zonas donde tiene poco eco.
Durante el tiempo que ha portado el uniforme de policía, a Eric también le han tocado escenarios difíciles, como en el 2011 en la delegación Iztapalapa donde logró la liberación de una persona que estaba privada de su libertad.
“Liberamos a una persona y le salvamos la vida a un compañero que habían lesionado, ese es la satisfacción de mi trabajo, ayudar a los demás”, recuerda.
