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Los instrumentos de planeación de la CDMX enfrentan retrasos y críticas

Irregularidades en el proceso de consulta, normas que privilegian intereses e incertidumbre sobre su aprobación son algunos de los problemas alrededor de los instrumentos de planeación de la capital.
lun 26 diciembre 2022 11:58 PM
Amanecer en el centro de la capital del país.
Plan de General de Desarrollo y el Programa General de Ordenamiento Territorial son los dos instrumentos de planeación que definirán la visión de la CDMX a 20 y 15 años, respectivamente.

Dos consultas fallidas, la violación del plazo constitucional para su entrada en vigor y señalamientos de irregularidades en el proceso encabezado por el Instituto de Planeación, han acompañado los intentos de aprobar el Plan de General de Desarrollo y el Programa General de Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México, dos instrumentos planteados para guiar el desarrollo en los próximos 20 años.

La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha reconocido que existen “problemas” con los proyectos presentados por el Instituto de Planeación y Prospectiva, la dependencia encargada de elaborar los programas de ordenamiento y de desarrollo, mientras activistas alertan que los errores podrían repetirse en 2023.

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Las fallas en la consulta ciudadana

El Plan de General de Desarrollo y el Programa General de Ordenamiento Territorial son los dos instrumentos de planeación creados para guiar el desarrollo y expansión de la Ciudad de México con una visión a 20 y 15 años respectivamente.

En un primer intento –del 5 al 12 de agosto de 2021– se dio apenas una semana para que los ciudadanos consultaran y dieran su opinión sobre ambos instrumentos que suman más de 800 páginas.

Ante los reclamos de organizaciones sociales sobre la consulta fast track, el gobierno capitalino anunció en julio de este año un nuevo proceso de consulta a desarrollarse en seis meses con asambleas públicas para informar y recoger la opinión de los ciudadanos.

La realidad contrastó con la promesa hecha por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, de realizar un proceso abierto ante los ciudadanos, apunta Josefina McGregor, directora de Suma Urbana.

“Se simuló que habría participación de los Copacos (Comisiones de Participación Comunitaria), sin embargo, a las reuniones a las que se les invitó se hacía tarde, por ejemplo un jueves en la noche para que se presentaran en el Centro en la mañana o recibían correos invitándolos a reuniones que ya se habían llevado a cabo”, cuenta en entrevista con Expansión Política.

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Alejandro Velázquez, representante del Frente por la Defensa de los Derechos de los Pueblos, afirma que se buscó simular una consulta a los pueblos y barrios al firmar las fechas para realizar las asambleas a puerta cerrada con personas sin representatividad.

Además, aseguran que en dichas asambleas no se explicó el contenido del Plan de Desarrollo ni del Programa de Ordenamiento Territorial.

El 3 de diciembre, se intentó concretar la consulta al distribuir formatos donde la gente decía si aprobaba o rechazaba los dos instrumentos de planeación.

“Querían ese día, de forma muy mañosa, que la gente votara a favor del programa; pero ni siquiera a favor del programa, sino de los objetivos que son tan generales y tan amplios que difícilmente alguien podría estar en contra. ‘¿Estás a favor de la sustentabilidad?’, difícilmente alguien dirá que no, pero el problema no es el objetivo general sino los instrumentos que implementa ese objetivo”, señala el defensor del Frente por la Defensa de los Derechos de los Pueblos.

Para Mónica Tapia, representante de Ruta Cívica, parte del problema está en el Instituto de Planeación, encargado de crear los instrumentos para planear el desarrollo de la Ciudad, pues a pesar de que en la Constitución local se planteó su autonomía, es encabezado por un funcionario cercano a la administración actual: Pablo Benlliure, exdirector de Planeación y Desarrollo Territorial de Seduvi.

“La intención de que el Instituto tuviera autonomía era blindarlo de los cambios político-electorales y aquí se ve como estos cada vez están más cerca y afectan estos a las reglas de la ciudad. Ese es el fracaso de que el Instituto no sea autónomo y realmente no esté a cargo de una persona que no responda a los intereses de gobierno”, considera.

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Los riesgos de los instrumentos de planeación

La jefa de Gobierno anunció que presentará una propuesta ante el Congreso de la ciudad para eliminar de la Constitución capitalina el término de ‘suelo rural’, o que ha provocado que tanto especialistas como integrantes de pueblos y barrios originarios alerten sobre la implicación de “borrar” casi 30,000 hectáreas del suelo de conservación de la ciudad.

Pese a este cambio, se mantienen aspectos en los instrumentos de planeación –en especial en el Programa General de Ordenamiento Territorial– que de acuerdo con organizaciones ciudadanas, representarían un riesgo para el propio desarrollo de la Ciudad de México y las personas que la habitan.

Riesgos en las normas generales

Josefina McGregor, de Suma Urbana, considera que algunas Normas Generales de Ordenamiento Territorial dejan a un lado aspectos como la gestión de riesgos, movilidad y disponibilidad de recursos como el agua potable y espacios públicos para privilegiar intereses económicos.

“Tenemos criterios absurdos impuestos de manera no fundamentada en donde la decisión quedará nuevamente en Seduvi y hay que recordar que ahora hay órdenes de aprehensión contra el anterior secretario y un gran número de funcionarios que ahí trabajaban precisamente por otorgar permisos de manera discrecional e ilegal", señala.

Entre los lineamientos que le preocupan están:

  • Norma 12 Sistema de Transferencia de Potencialidad de Desarrollo Urbano

Por medio de este Sistema se podrá autorizar el incremento del número de niveles y la reducción del área libre, cuando algún proyecto lo requiera y cumpla con lo establecido en la ley. Esto se podrá aplicar en el suelo urbano considerado como Áreas de Gestión Territorial de Centralidades y Vialidades Inter-Alcaldías.

Centralidades: Actualmente se considera que existen 12 centralidades en la ciudad, entre las que se encuentran Polanco-Lomas, San Ángel, Azcapotzalco y el Centro Histórico. Se propone impulsar cinco nuevas centralidades, como Tláhuac, Deportivo Cuitláhuac (en Iztapalapa) y Periférico-Tepepan (en Xochimilco).

Centralidades CDMX PGOT.jpg
El Programa General de Ordenamiento Territorial (PGOT) define 12 centralidades existentes y cinco a impulsar hacia los próximos años.

Vialidades Inter-Alcaldías: Se considera así a las vías primarias y de acceso controlado de la ciudad.

• Anillo Periférico, Blvd. Manuel Ávila Camacho (desde Calz. Legaria a Calzada Ignacio Zaragoza)
• Circuito Interior
• Paseo de la Reforma, Calz. de los Misterios, Prolongación Misterios, Xochiquetzal Morelos, Acueducto de Guadalupe (de Calle Lieja hasta Av. De los Insurgentes Nte.)
• Viaducto Presidente Miguel Alemán Valdez, Viaducto Río de la Piedad (desde Anillo Periférico poniente, hasta Anillo Periférico Oriente)
• Ejes Viales

  • Norma 34. Espacios públicos de propiedad privada

Se definen como una “amenidad urbana construida, mantenida, administrada y operada en todos sus aspectos por un promotor privado”. Se trata de espacios abiertos como plazas, jardines, galerías al aire libre o cualquier otra forma de espacio sin restricciones de uso o tránsito. A cambio de estos espacios, se obtendrán más niveles de construcción.

  • Norma 23. Cesión onerosa de derechos de edificación

Se definirán zonas o corredores donde los desarrolladores puedan acceder a un “aprovechamiento máximo” y construir más niveles de los permitidos como base según el uso de suelo, a cambio de realizar una “aportación económica” cuyo monto será determinado por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi).

Esta norma no podrá ser contravenida por los programas de las alcaldías ni los Programas Parciales.

El criterio comercial y económico está por encima del interés ciudadano, del derecho a la ciudad, de la sustentabilidad, de la gestión de riesgos y de la vida misma de los habitantes.
Josefina McGregor, de Suma Urbana

Errores podrían repetirse

Ante el rechazo de organizaciones civiles así como integrantes de pueblos y barrios originarios, y después de las agresiones por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) en Xochimilco ocurridas en 2 de diciembre, Sheinbaum anunció de nuevo dar un paso atrás con el proceso de consulta.

No obstante, en lugar de reponer todo el proceso, la jefa de Gobierno envió el pasado 6 de diciembre a los diputados una iniciativa donde plantea simplemente ampliar el plazo para la entrada en vigor tanto del Plan General de Desarrollo como del Programa General de Ordenamiento Territorial.

  • 1 de octubre de 2023: entrada en vigor del Plan General de Desarrollo y del Programa General de Ordenamiento Territorial.
  • 1 de abril de 2024: Las 16 alcaldías tendrán que contar con su propios Programas de Ordenamiento Territorial.

La fecha establecida en la Constitución capitalina ya se había vencido el 1 de octubre de este año, cuando ambos instrumentos deberían haber entrado en vigor después de recogerse e incorporarse las opiniones ciudadanas, así como ser discutido y aprobado en el Congreso local.

Mónica Tapia, de Ruta Cívica, ve en esta ampliación de plazos un propósito de cumplir con tiempos políticos más que una corrección sobre los errores en el proceso de consulta y los propios instrumentos de planeación.

“(Abril de 2024) es justo cuando comienzan las campañas electorales, entonces sorprende muchísimo. Lo que se está diciendo es ‘antes de que empiece la campaña ya vamos a tener estos programas que van a rehacer todas las reglas de la ciudad’.

“El mensaje por un lado de que se suspende la consulta o se alarga pero al mismo tiempo esto se deja ya hecho, pareciera que hay un mensaje oculto de pactos que no estamos entendiendo”, señala.

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