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#ColumnaInvitada | Estados Unidos. Control migratorio y militarización

El gobierno mexicano tiene el desafío de promover un mayor y eficaz cabildeo en Estados Unidos bajo una agenda comercial y económica, en particular con actores republicanos.
vie 21 marzo 2025 06:02 AM
Militares USA Alambrada
La administración del presidente Trump ha subrayado la importancia de aumentar la vigilancia a lo largo de la frontera, lo que implica que México debe adoptar medidas más rigurosas para controlar el movimiento migratorio, apunta José María Ramos.

La cooperación de México en cuestiones de migración y narcotráfico con la nueva administración del presidente Donald Trump enfrenta una serie de retos que deben ser gestionados para reducir las presiones arancelarias y promover una mayor certidumbre en la agenda bilateral. Algunos de estos desafíos son los siguientes:

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1. Fortalecimiento de la vigilancia fronteriza: La administración del presidente Trump ha subrayado la importancia de aumentar la vigilancia a lo largo de la frontera, lo que implica que México debe adoptar medidas más rigurosas para controlar el movimiento migratorio y mitigar el tráfico de drogas. Entre esas medidas del gobierno estadounidense se pueden mencionar el envío del destructor de la Marina USS Gravely, a la frontera sur para reforzar la seguridad y combatir el crimen transnacional, la piratería y la inmigración ilegal por mar.

El nuevo gobierno de Estados Unidos construirá 11 kilómetros más de muro fronterizo en la frontera de Arizona, dijo este domingo la secretaria de Seguridad Nacional de este país, Kristi Noem. A principios de febrero, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que el gobierno del presidente Trump buscará construir 127 kilómetros adicionales de muro fronterizo (Expansión, 16 marzo, 2025).

El presidente de Estados Unidos firmó un decreto para declarar una emergencia nacional en la frontera entre México y Estados Unidos el 20 de enero. Algunas de las medidas que este decreto contempla es la continuación de un muro entre ambos países. Estas medidas pretenden evitar la emigración irregular hacia Estados Unidos, siguiendo el modelo de gestión migratorio del primer gobierno del presidente Trump.

Adicionalmente, se ha fortalecido la militarización fronteriza. El Departamento de Defensa de Estados Unidos ordenó el envío de alrededor de 3,000 soldados adicionales a la frontera suroeste del país.

“Como lo decretó el presidente Trump, el secretario de Defensa Pete Hegseth ha ordenado el despliegue de un Equipo de Combate de la Brigada Stryker (SBCT) y un Batallón de Aviación de Apoyo General para reforzar y expandir las operaciones de seguridad fronteriza”, informó el Pentágono en un comunicado. Los Strykers son vehículos blindados de transporte de tropas sobre ruedas (Infobae, 1 marzo. 2025)

A dos meses de la nueva administración republicana se mantiene la tendencia de una menor detención de migrantes en la frontera suroeste de Estados Unidos. Como consecuencia de una mayor contención migratoria de parte de ambos gobiernos. En los primeros cinco meses del actual año fiscal de Estados Unidos el número de migrantes detenidos por las autoridades fronterizas estadounidenses indica la cantidad de 187,908 hasta febrero del 2025 (CBP, 12 marzo, 2025). Un promedio mensual de 37,581.6 migrantes por mes, muy inferior a los cerca de 200,000 detenciones en el año de 2023. El dato concreto es una disminución del número de detenciones de migrantes irregulares de cerca del 79% en comparación al anterior año fiscal del 2024: 894,451 (febrero 2024) vs 187,908 (febrero 2025) (CBP, 12 marzo 2025).

2. Colaboración intergubernamental: Establecer una cooperación efectiva entre los gobiernos de México y Estados Unidos requiere una comunicación clara y una alineación en las estrategias, lo que puede complicarse debido a discrepancias políticas y prioridades distintas en cada nación. El desafío es cómo conciliar las prioridades de seguridad nacional, soberanía y mayor eficacia en la política antidrogas y migratoria entre ambos países.

3. Fomento del desarrollo económico y social: Gestionar las raíces de la migración, como la pobreza y la falta de oportunidades en México, es crucial para disminuir el número de migrantes. Sin embargo, esto demanda inversiones considerables y un compromiso sostenido que puede ser difícil de lograr. La dificultad de emigrar hacia los Estados Unidos en la actualidad implicará que los países expulsores generen políticas de generación de empleo y de mayor seguridad ciudadana. Los apoyos del gobierno estadounidense serán limitados en la actual administración republicana.

4. Transformación de la narrativa: Es fundamental cambiar la percepción negativa que muchas veces se tiene sobre la migración y el narcotráfico en México, destacando los esfuerzos que el país realiza para gestionar estos temas de manera integral. Ese es el reto actual del Estado mexicano y en especial a raíz de las presiones estadunidenses sobre vínculos de grupos delictivos con autoridades gubernamentales. El desafío es cómo promover la cooperación bilateral en un marco de presiones del gobierno estadounidense.

5. Compromisos en materia de seguridad: La administración del presidente Trump seguirá exigiendo compromisos más estrictos en términos de seguridad y control del crimen organizado en México, lo que podría generar tensiones en la relación bilateral si México no logra cumplir con tales expectativas. De ahí la importancia de renovar o actualizar el Acuerdo Bicentenario (2021) con métricas de avances en distintos plazos y no solo de un mes.

6. Efectos de las políticas arancelarias: Las tarifas y presiones arancelarias pueden influir en las decisiones de cooperación, dado que la economía mexicana depende en gran medida de sus relaciones comerciales con Estados Unidos. Mantener vínculos comerciales favorables es esencial para evitar consecuencias económicas adversas. El gobierno mexicano tiene el desafío de promover un mayor y eficaz cabildeo en Estados Unidos bajo una agenda comercial y económica, en particular con actores republicanos y en donde se genera la mayor parte de los vínculos en materia automotriz, electrónica, autopartes y agropecuario. Entre esos estados destacan Texas, Michigan, Nebraska y Carolina del Norte.

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Estos desafíos resaltan la complejidad de la cooperación en el ámbito de la migración y el narcotráfico, así como la necesidad de un enfoque estratégico que contemple tanto las exigencias de Estados Unidos como las realidades internas de México para lograr una relación constructiva y beneficiosa para ambas naciones.

Para enfrentar los retos que plantea la nueva administración del presidente Trump en materia de migración y seguridad, y así evitar la imposición de aranceles, México debe adoptar una estrategia integral que incluya el fortalecimiento de la seguridad fronteriza, la gestión eficiente de los flujos migratorios, la diversificación de relaciones comerciales, la protección de los derechos de los migrantes y la implementación de políticas que gestionen las causas de la migración.

La cooperación bilateral y el diálogo constante con Estados Unidos serán esenciales para alcanzar soluciones efectivas y mantener una relación económica estable entre ambos países en el marco del T-MEC.

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Nota del editor: José María Ramos es especialista en relaciones México-EU Especialista en relaciones México-EU y Profesor del colegio de la frontera norte, Tijuana. Analista de gobernanza, políticas y gestión estratégica para el desarrollo y de la cooperación transfronteriza MexUS./ Dr. en Ciencias Políticas y Sociología por el Instituto Universitario y de Investigación José Ortega y Gasset, España. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

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