La política ambiental del sexenio anterior se caracterizó por la desarticulación de las instituciones y leyes encargadas de proteger el medio ambiente, los recortes presupuestarios, el impulso a obras insignia perjudiciales para el entorno y una política energética incompatible con los compromisos internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El discurso ambiental y las contradicciones iniciales de Sheinbaum
Por su parte, la nueva administración inició con contradicciones y aún es difícil determinar el nivel de compromiso real del gobierno de Claudia Sheinbaum con la agenda ambiental.
¿Qué tanto cambio o continuidad habrá en este sexenio en materia ambiental?
Discurso inicial
En su primer discurso como presidenta, Claudia Sheinbaum afirmó que “el desarrollo y el bienestar del pueblo sólo pueden fortalecerse con el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales”, lo que dejó entrever una de las pocas diferencias con su predecesor: el cuidado del medio ambiente como uno de los principios fundamentales de su administración.
La expectativa de que la administración de Sheinbaum estuviera alineada con los desafíos globales para mitigar los efectos del calentamiento global –dada su formación científica y especialización en temas ambientales– fue elevada. Sin embargo, a dos meses de su llegada al poder, las primeras acciones en este ámbito han resultado ser contradictorias con su discurso.
Contradicción presupuestaria
A pesar de haber afirmado que el medio ambiente sería una prioridad en su gobierno, el primer proyecto de presupuesto de la presidenta contempla para 2025 un recorte de 39.36% en los recursos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). En 2024, el gobierno del expresidente López Obrador asignó 70,245 millones de pesos a la Semarnat, mientras que para 2025, la actual administración propuso un presupuesto de 44,370 millones de pesos. Este recorte convierte a la Semarnat en una de las dependencias más afectadas, sólo por detrás de la Secretaría de la Defensa Nacional, que sufrió un recorte de 43.8%.
El Presupuesto de Egresos de la Federación para 2025 también implica una disminución de 15.8% en los recursos destinados a la adaptación y mitigación del cambio climático. De los 205,370 millones de pesos asignados para esta función, 60.8% se destina a proyectos como trenes, carreteras y el programa Sembrando Vida (que ha sido altamente criticado por sus efectos ambientales adversos), gestionados por dependencias ajenas a la Semarnat, lo que no garantiza que los fondos se destinen exclusivamente a temas medioambientales.
Además, la categoría de Protección Ambiental enfrenta una disminución de 5.6%, recortando su presupuesto de 18,090 a 17,080 millones de pesos en términos nominales, lo que podría traducirse en limitaciones para implementar acciones eficaces en la lucha contra el cambio climático.
La importancia de un Poder Judicial independiente para el medio ambiente
Por otro lado, uno de los efectos más negativos del sexenio pasado fue la eliminación de los mecanismos de protección ambiental. López Obrador los consideró obstáculos para el desarrollo, por lo que los instrumentos legales que protegían al medio ambiente fueron eliminados por decreto presidencial. Esto permitió suprimir los trámites necesarios para evaluar los impactos de la construcción de megaproyectos y obtener permisos de manera expedita.
En ese momento, la Suprema Corte se pronunció e invalidó el decreto, ante lo cual el entonces presidente emitió un nuevo decreto con las mismas características, demostrando su desdén por el Poder Judicial. Con la reforma judicial, se abolirán los contrapesos jurisdiccionales que han servido para proteger al medio ambiente en el pasado.
Compromisos internacionales
Sheinbaum participó en la Cumbre de Líderes del Grupo de los 20 en Río de Janeiro, Brasil, donde propuso destinar 1% del gasto militar de los países miembros para financiar a 6 millones de sembradores de árboles y reforestar 15 millones de hectáreas. Sin embargo, la propuesta de “internacionalizar” el programa Sembrando Vida resulta incongruente, considerando los malos resultados que ha tenido el programa en México.
México también participó en la 29 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Bakú, Azerbaiyán (COP29), donde la delegación mexicana destacó el compromiso del país para alcanzar cero emisiones netas para 2050, asegurando su alineación con los objetivos del Acuerdo de París.
México presentó el Plan Nacional de Energía del gobierno de Sheinbaum, que contempla incrementar el porcentaje de generación eléctrica por fuentes limpias por encima de 40% para 2030. Sin embargo, la política energética de la actual administración sigue priorizando la energía generada por las plantas de la CFE y los hidrocarburos de Pemex por encima de las fuentes limpias y renovables.
México, al igual que los demás países adscritos al Acuerdo, deben presentar sus compromisos climáticos internacionales actualizados en febrero de 2025. Se tratará del primer documento climático que elabore el gobierno de Sheinbaum y la oportunidad para demostrar si hay o no un cambio de rumbo en la política ambiental del país.
El reto ambiental
A mediados de noviembre, la revista Time reconoció a Sheinbaum como una de las 100 personas más influyentes en el tema ambiental. Si bien los proyectos anunciados por la presidenta, como la agricultura sostenible, la construcción de nuevas plantas de reciclaje para fomentar la economía circular y el compromiso de impulsar la transición hacia energías renovables, pretenden trazar un nuevo camino hacia un desarrollo más sostenible, las acciones implementadas hasta ahora generan dudas sobre el compromiso real de su administración con el medio ambiente y sobre la capacidad de su gobierno para cumplir con sus objetivos ambientales.
____
Nota del editor: Ana Karen Aguayo (@akarenaguayo) es consultora especializada en relaciones internacionales en Integralia (@Integralia_Mx). Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.