En el marco del Día Internacional de las Personas Adultas Mayores, celebrado el 1 de octubre, la Ciudad de México (CDMX) tiene motivos para destacar uno de sus esfuerzos más innovadores en materia de movilidad: el sistema de bicicletas públicas Ecobici. Aunque comúnmente se asocia solo con personas en plena vida laboral, Ecobici ha logrado convertirse en un motor de inclusión y bienestar para la población mayor. En lo que va de 2024, este sistema ha registrado más de 16.5 millones de viajes, y el 2.01% de estos corresponden a personas de 60 años o más. Esto significa que, durante los primeros nueve meses del año, se han realizado más de 332,000 viajes por parte de personas mayores, lo que subraya la relevancia de este sistema en la promoción de la movilidad activa y la salud en la tercera edad.
Ecobici y los adultos mayores. Un camino hacia la inclusión y el bienestar
El impacto de la bicicleta en la salud de las personas mayores
El uso de la bicicleta como modo de transporte ha demostrado ser una de las formas más efectivas y accesibles para mejorar la salud de las personas mayores. Según estudios recientes, las personas que utilizan la bicicleta regularmente reducen en un 47% el riesgo de morir por cualquier causa , lo que convierte el usar bicicleta en una herramienta poderosa para combatir las enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento. Para quienes enfrentan los retos del envejecimiento, pedalear no solo representa una forma de transporte, sino también una herramienta de autonomía y conexión con su entorno.
En términos de salud, el uso de la bicicleta contribuye a mejorar la capacidad cardiovascular, aumenta la resistencia muscular y fomenta la movilidad articular. Además, está comprobado que la actividad física regular, como la que se realiza al pedalear, reduce el riesgo de desarrollar enfermedades como la hipertensión, la diabetes y ciertos tipos de cáncer. En el caso específico de las personas mayores, mantener una rutina de actividad física moderada, como la que ofrece el uso de ECOBICI, es clave para evitar el deterioro cognitivo y físico que puede acompañar el envejecimiento.
Un sistema inclusivo y diverso
Los datos investigados y analizados por el autor revelan que el sistema Ecobici es inclusivo y ha logrado atraer a una población diversa en términos de edad. Del total de usuarios mayores, el 69.92% tiene entre 60 y 65 años, mientras que el 30.67% oscila entre los 66 y 75 años. También se registran viajes de personas de 76 a 85 años (2.14%) e incluso un 0.28% de personas mayores de 86 años. Esta diversidad etaria es un testimonio de cómo la bicicleta ha encontrado un lugar importante en la vida de muchas personas mayores, quienes disfrutan de un modo de transporte accesible y económico que mejora su calidad de vida.
Además, es importante destacar la diferencia en el uso de Ecobici entre los diversos géneros de adultos mayores. Del total de los viajes realizados, el 81% corresponde al género masculino, el 18% es realizado por el género femenino y un 1% por personas identificados por “Otro género”. Aunque estos datos podrían sugerir una disparidad en el uso de la bicicleta, también reflejan una oportunidad para fomentar el uso de este sistema entre las mujeres mayores, brindándoles mayor seguridad y accesibilidad en su movilidad diaria.
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Aparte, de los viajes realizados por las personas mayores, el horario más común es de 13 a 15 horas, concentrando el 25% del total de los viajes realizados por esta población. Durante este periodo, los usuarios masculinos predominan, registrando un mayor número de viajes que las mujeres.
Sin embargo, fuera de este periodo de máxima demanda, las mujeres mayores tienden a utilizar Ecobici en mayor proporción que los hombres. De 5 a 12 horas y de 16 a 24 horas, la distribución porcentual muestra un predominio femenino en el uso del sistema (2% más). Estos patrones reflejan no solo una diferencia de comportamiento entre géneros, sino también las diversas formas en que la bicicleta se integra en la vida diaria de los adultos mayores. Este uso adaptable subraya la capacidad de Ecobici para ajustarse a las necesidades y estilos de vida de esta población.
El contexto internacional: Plan de Acción Global sobre actividad física de la OMS
El uso de la bicicleta como modo de transporte en la CDMX no es un fenómeno aislado, sino que está alineado con las recomendaciones del Plan de Acción Global sobre Actividad Física (GAPPA, por sus siglas en inglés) , lanzado por la Organización Mundial de la Salud en 2018. Este plan insta a los gobiernos de todo el mundo a implementar sistemas y entornos que faciliten la actividad física para todas las edades, creando ciudades donde el ejercicio regular forme parte de la vida cotidiana. En este sentido, el sistema Ecobici es un ejemplo de cómo la CDMX ha logrado implementar un entorno que favorece el bienestar físico, no solo de las personas jóvenes, sino también de las personas mayores.
Uno de los objetivos estratégicos de la GAPPA es garantizar que todas las personas, sin importar su edad o condición física, tengan acceso equitativo a espacios seguros donde puedan realizar actividades físicas de manera regular. El uso de la bicicleta, promovido a través de sistemas como ECOBICI, encaja perfectamente en esta visión, permitiendo que las personas mayores realicen recorridos cortos pero significativos que contribuyen a su salud y bienestar. En promedio, las personas mayores que utilizan ECOBICI destinan 15 minutos diarios a pedalear (calculo propio), lo que representa el 68% del requerimiento diario de actividad física moderada o vigorosa según la OMS .
Ampliar la presencia de adultos mayores en Ecobici
Aunque Ecobici ha demostrado ser una herramienta valiosa para la movilidad activa de las personas mayores, existen varias estrategias que podrían implementarse para aumentar aún más su uso por este grupo de la población. A continuación, se presentan algunas recomendaciones específicas para lograr este objetivo:
1. Campañas de promoción enfocadas en adultos mayores: Es importante que el gobierno de la CDMX y el sistema Ecobici lancen campañas específicas dirigidas a personas mayores, destacando los beneficios de la bicicleta en la salud física y mental de este grupo etario. Estas campañas podrían incluir testimonios de adultos mayores que ya utilizan el sistema, mostrando cómo el uso de la bicicleta ha mejorado su calidad de vida. También se podría ofrecer a los adultos mayores la oportunidad de probar el sistema de forma gratuita o con descuentos especiales durante ciertos períodos.
2. Talleres de Biciescuelas para personas mayores: Muchas personas mayores pueden sentirse inseguras al utilizar una bicicleta en un entorno urbano, especialmente si no tienen experiencia previa o están poco familiarizadas con las dinámicas de movilidad. Para resolver este desafío, se podrían implementar Talleres de Biciescuelas, donde se combinen programas de acompañamiento y sesiones prácticas en entornos controlados. Estos talleres brindarían a las personas mayores la oportunidad de hacer sus primeros recorridos en compañía de voluntarios o ciclistas experimentados, generando confianza y seguridad en el uso de la bicicleta.
3. Colaboración con centros de atención a adultos mayores: Otra estrategia efectiva sería establecer alianzas entre el sistema Ecobici y centros de atención o clubes para personas mayores. Estos centros podrían organizar salidas grupales en bicicleta, creando un ambiente seguro y social donde los adultos mayores puedan disfrutar de la experiencia de pedalear junto a sus compañeros. Estas actividades no solo fomentarían el uso del sistema, sino que también promoverían la cohesión social y la actividad física regular entre este grupo.
4. Mayor presencia de estaciones en zonas frecuentadas por personas mayores: Aunque Ecobici ha expandido significativamente su cobertura, sería útil realizar un análisis detallado de las zonas donde las personas mayores residen o frecuentan para asegurarse de que las estaciones estén convenientemente ubicadas. Al acercar el servicio a estos puntos clave, se facilita su acceso y se reduce el esfuerzo necesario para llegar a una estación.
5. Incentivos económicos para personas mayores: Finalmente, sería importante considerar la posibilidad de ofrecer tarifas reducidas o incluso la gratuidad del servicio para personas mayores durante ciertos días o franjas horarias de menor uso. Esto no solo incentivaría su participación en el sistema, sino que también demostraría el compromiso de la ciudad con la inclusión de este grupo poblacional en sus políticas de movilidad activa.
Conclusión: un futuro pedaleable para las personas mayores
El sistema Ecobici no solo ha transformado la movilidad en la CDMX, sino que también ha demostrado ser una herramienta poderosa para mejorar la salud y la calidad de vida de las personas mayores. Al implementar estrategias específicas para fomentar su uso en este grupo de la población, como mejorar la accesibilidad física del sistema, ofrecer programas de acompañamiento y lanzar campañas de concientización, se podría aumentar significativamente la presencia de personas mayores en el sistema. La bicicleta no solo es un modo de transporte, sino una vía hacia un envejecimiento activo, saludable y autónomo.
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Nota del editor: Víctor Alvarado es consultor independiente y especialista en movilidad y políticas públicas. Síguelo en X como @Ar7ois y/o escríbele a transporte.sustentable@gmail.com Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.