El fraude del falso paquete o las supuestas multas del gobierno de la Ciudad de México son ejemplos claros de phishing. Los ciberdelincuentes se hacen pasar por empresas de paquetería o instituciones gubernamentales para obtener información personal y bancaria a través de enlaces maliciosos.
En ambos casos, por medio de envíos masivos de correos electrónicos informan de un paquete retenido o de una infracción de tránsito pendiente. Los mensajes contienen un enlace aparentemente oficial para realizar los trámites. Aunque parecen legítimos, en realidad solo buscan robar datos personales.
La primera reacción es la preocupación. ¿Qué hice mal? ¿Perderé mi paquete? Sobre todo, en el contexto de un aumento de 33% en las compras electrónicas, principalmente de comida, ropa, artículos de cuidado personal, juguetes, electrónicos o libros, entre otros productos de acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta .
En un link adjunto solicitan a la víctima información sensible, como datos de su tarjeta bancaria e incluso el tecleo de su NIP. Lo mismo ocurre con el esquema ahora conocido como montamultas.
De acuerdo con los datos del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, los reportes por fraude de paquete han tenido un incremento de 218% durante los primeros ocho meses del año respecto al mismo periodo de 2023. Las estafas por falsas multas no figuraban en los registros de otros años.
Aunque el fraude es el delito de mayor prevalencia en el país –6,962 por cada 100,000 habitantes, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2024 del Inegi–, también hay oportunidad de evadirlo. Hasta un 70% de los casos reportados al Consejo Ciudadano se refieren a intentos de estafas.
Desconfiar de cualquier mensaje de texto o correo electrónico de fuentes desconocidas es el primer paso, así como detectar errores gramaticales o URL’s sin la "s" después del "http" o con cambios en letras o números.